lunes, 3 de diciembre de 2012

EL DÍA QUE ME CONVERTÍ EN MUJER


No fui yo,ni siquiera elegí el momento,ni el día ni la hora,pero todo quedó grabado una vez más en mi cerebro. Ni siquiera,tras haber sufrido muchos abusos,ni siquiera después de haber sido sometida tantas veces,ni aún así ,imaginé por qué teníamos esa diferencia física hombres y mujeres.
Nunca nadie me contó nada de sexo,era más ,es que era un tema tabú del que se hablaba a escondidas,y siendo así cómo no me iba a dar morbo,que mi hermano me propusiera un juego...prohibido. Impactante para mí fue ver el pene de un adulto.El asco me podía,la vergüenza me ancló al suelo,y sólo podía mirar hacia otro lado mientras él ,Francisco,me cogía del cuello y me obligaba a besarlo. La culpa me hacía llegar a casa y de manera obsesiva lavarme todo lo que lo habían tocado,mi boca ,dientes manos,mi pubis ,toda yo estaba sucia. En esta época ,ya me masturbaba,sabía qué era el placer,a través del sexo,pero tras hacerlo la culpabilidad que sentía era tal que prometía que aquella era la última vez una y otra vez. Hasta aquí,todo lo veía normal hasta creí que era algo que todas las niñas hacían y formaba parte de nuestras vidas,pero como era un tema tabú nadie lo hablaba...y yo tampoco,sólo sabía que no me gustaba y nada más. Cuando esta etapa de mi vida terminó,dos cosas tenía presentes;una era que el hombre, en sí como género masculino,era si no, asqueroso,y otra ,que el sexo era malo. Ojalá ,nunca hubiera tenido que darme cuenta de que por culpa del sexo,el hombre es lo que es. Dejé de jugar,dejé las "malas" compañías,y sola sobreviví. Descubrí mi nuevo mundo,la naturaleza,mi rincón favorito,donde la paz,la tranquilidad,y yo reinábamos. Y durante más de un año,hasta volví a ser feliz aunque sola. Aquel día ,no tenía nada de especial,un jueves más,como otro cualquiera.Salí del cole,y me fui a mi rincón favorito.Tardaba como diez minutos andando,pero tras caminar uno sólo ya estaba sola. Como cada día, llegué a mi rambla.Estuve jugando con la arena,y oí como algún animalillo corría a esconderse.Salí corriendo para ver qué podía ser,un conejo,un zorro...poco más. Y recuerdo haber subido y bajado un par de colinas,pero no pude ver qué era.

Era diciembre,oscurece pronto.Tras mi intento fallido de ver nada,decidí volver a casa. Creo que ni siquiera había estado más de una hora por ahí,así que no serían más de las seis. Hacía frío,ese frío cortante que viene de la sierra,y parece que te va haciendo pequeños cortes en la piel,pero como todo niño acostumbrado a él,ni siquiera llevaba chaqueta. No sé si aquel día estaba nublado,pero sí lo recuerdo oscuro. Volvía a casa cuando a lo lejos lo vi. Caminaba en mi dirección pero yo creía que sólo nos cruzaríamos. Sabía quien era pero no me preocupé,porque había estado muchas veces en su casa, conocía a su mujer y a sus hijos. Llegamos a enfrentarnos,y me preguntó que a dónde iba. Le respondí que a mi casa,porque se estaba haciendo tarde. Me dijo que me esperara, que me quería preguntar una cosa. Estaba delante de mi y me dijo que le contara a qué jugaba con sus sobrinos. Me quise ir,pero no pude,me agarró de una muñeca,le dije que a nada. Me pidió que se lo enseñara,intenté huir,pero me agarró del pelo y estiró hacia atrás,y empezó a besarme por la cara. Apestaba a cerveza. Como podía intentaba escapar pero él me seguía estirando del pelo.

No sé cuando sacó la navaja,pero la recuerdo bien,era de color marfil,con motitas beige. Me la puso en la cara y me dijo si entonces me estaría quieta. Asentí con la cabeza. Quedé paralizada,siguió tirando del pelo hacia el suelo y yo fui bajando, hasta que estaba tendida en en el suelo ,y él encima me babeaba por mi cuello , mi cara. Una mano le bastaba para sujetar las mías por encima de mi cabeza. Yo sólo decía ,no ,por favor ,otra vez no. Empezó a tocarme ,me levantó mi jersey ,me tocó por todo,y su mano estaba áspera. Luego la noté entre mis piernas,me quitó los leotardos de un estirón. Llevaba falda. Estaba fría y raspaba. Noté como me bajaba las braguitas,y cerré los ojos solo quería que pasara ,que fuera rápido y que terminara.Si era como antes en nada habría pasado. Entonces me dijo algo que me hizo despertar;"ahora verás lo que es disfrutar." Después sólo sentí mucho dolor y como me rompía,mientras él empujaba.El dolor me consumía,no sabía qué me estaba haciendo.Temí morir.Nunca había sentido ese dolor dentro de mí.


Recuerdo,que tenia los ojos cerrados,y cuando los abría solo veía el azul de su mono de trabajo. Luego mis lágrimas ya lo empañaron todo. No sé el tiempo que estuvo,solo que cuando terminó,se levantó y yo quedé tirada en aquella rambla,mi rambla... Y entre la confusión del momento sólo recuerdo unas palabras a lo lejos,"si dices algo ,le contaré a tu padre lo que has hecho con Francisco y conmigo,a ver qué pasa cuando sepa que tiene una puta en casa" .Tampoco sé el tiempo que yo estuve así inmóvil,dolorida,y rota. Me fui levantando ,me dolía todo. Tenía sangre,semen por todo.Mis piernas ... Medio me vestí,y me fui a casa,rezando para que no hubiera nadie. Dios me escuchó aunque por si acaso me quité las braguitas manchadas de todo, y las enterré detrás de mi casa. Llegué a casa ,y no había nadie . Corriendo me metí al cuarto de baño y me di un baño. Me dolía todo y los rasguños me escocían con el agua caliente. Recuerdo la imagen de ver mis piernas,llenas de arañazos enormes,mientras el agua las iba cubriendo,e inmóvil, sólo miraba. Oí que llegaban mis padres,salí corriendo y me puse el pijama,pero nadie me preguntó nada,y eso que me costaba caminar...agujetas.


Al día siguiente,fui a clase,aún dolorida por todo. Estaba ausente,era como si estuviera metida en una burbuja y de fondo la melodía de la explicación que estaban dando los profes.
Creo que ya había empezado a morir por dentro. Ese fin de semana,ni siquiera fui al ensayo de la banda.La música hay que sentirla, y yo no sentía nada.. Nadie se extrañó en casa de por qué no lo hice.Tampoco creo que hubiera nadie observando si yo estaba bien o mal qué más daba si iba a un puñetero ensayo de música o no,aunque todos sabían que era mi vida.
Pasó toda la semana,y todos los exámenes que iba haciendo,todos,los suspendí.Nadie hizo ni una pregunta de qué me estaba pasando. Me encerraba en mi habitación como siempre a estudiar,pero el resultado ya no era el mismo,y me daba igual.Una y mil veces,deseé que la visión de aquella navaja se convirtiera en real y me atravesara una y otra vez hasta morir,pero no estaba viva. Todo había perdido el interés para mi,estaba sucia,e incluso volví a plasmar mi mirada en el suelo,no fuera a ser que alguien me mirara a los  ojos y viera lo que había hecho.
Había faltado a un ensayo ya,por lo que a la semana siguiente,pensé en ir de nuevo,retomar esa parte de mi vida que me hacía sentir,porque mi trompeta hablaba por mí y no hacía falta que yo lo hiciese.

Recuerdo aquel ensayo,no hablé con nadie,sólo ocupé mi atril,y toqué con pena eso sí,unos alegres villancicos para el concierto de Navidad,(divina Navidad). Terminó el ensayo y como cada semana,tomé el Camino Viejo,para volver a casa.Un sólo kilómetro de distancia hasta mi casa. Quizás había caminado 50 metros del ayuntamiento,quizás,100,no sé,y de la oscuridad de mi izquierda oí un ruido. Sabía que ahí sólo había terrenos para construir y casas en construcción,cualquier cosa podía ser. Y entonces vi una figura humana salir de la oscuridad,y antes de verle la cara,ya sabía quién era. ¡No he dicho nada ,te lo prometo! ¡No he dicho nada! Lo sé,me contestó él,sé que no lo has hecho. Me puso una mano en mi hombro y me cogió el maletín de mi trompeta...todo un caballero. Me condujo a una de esas casa en construcción.Estaba oscuro,pero él se la conocía muy bien,y me iba ayudando diciéndome dónde había un escalón o una rampa... Pronto estuvimos de nuevo solos ,invisibles para la sociedad,y el cuerpo desnudo de una niña de 12 años frente a uno de 40,45? Da igual.

Me dijo que no me haría daño,que lo que había pasado la otra vez no volvería a pasar si yo colaboraba,y lo hice,me dejé hacer,e hice todo lo que me pidió.
Volví a sentir frío,volví a sentir dolor,su mano áspera,y la asfixia,cuando me introdujo su pene en mi boca. Lo oía gemir de placer, mientras me llamaba" putita,-qué bien lo haces..." Mis arcadas eran enormes,pero le daba igual,aprovechaba para meterla más... Sólo deseaba morir. Terminó,se vistió y me ayudó a vestirme.Me dijo que le había gustado mucho,y que ya vería que la próxima vez aún sería mejor.Me acompañó hasta casa,total le pillaba de camino a la suya,y me dijo que el próximo lunes,nos veríamos a la salida del cole,en mi rambla...la nuestra? En ese momento supe que mi libertad había volado lejos,muy lejos,y mi vida ya sería un tormento para siempre.

No me equivoqué.

http://encontrandoatara.blogspot.mx/




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