Existen
desde diversas perspectivas las llamadas “secuelas” a un ASI, las
exponen los médicos, los psicólogos, psiquiatras y un variado
cúmulo de especialistas. Es bien conocido que existen las
consecuencias del hecho que permanecen e incluso se agravan con el
paso del tiempo hasta llegar a configurar “patologías
establecidas”. Pudiendo ser estas de tipo: Físico, Conductual,
Sexual, Social y Emocional.
Quiero
hablar de la larga lista de secuelas que he encontrado en el camino
de sanar, todas ellas hablan de lamentables situaciones para quienes
hemos padecido algún tipo de abuso. Creo que son factores
cambiantes, creo que no se pueden encasillar a las(os) sobrevivientes
en un “frasco para laboratorio” motivo de análisis y estudio,
creo que muchos de nosotros nos hemos plantado de frente a nosotros
mismos y si... Acepto se pasa por –Depresión –Ansiedad-
Sudoración de manos- Falta terrible de seguridad ante uno mismo y
ante los demás –Sentimientos de culpabilidad –Sentimientos de
minusvalía –Asco y/o Aversión hacia el propio cuerpo –Miedos
repentinos o instalados hacia la oscuridad –Insomnio –Pesadillas
–Problemas con los alimentos –Aislamiento (variantes) –
Somatizaciones –Evitación de las relaciones sexuales – Falta de
satisfacción en el sexo – Autoagresión –Consumo de sustancias
–Pensamientos suicidas e incluso intentos.
Creo que se
pasa por ellas, creo que todos podemos marcar varias de la lamentable
lista, sin embargo creo también que desde cada experiencia, por muy
terrible que sea se va/se puede ir “superando” se cae en una u
otra secuela o se vive con alguna que prevalece en mi caso el miedo a
la oscuridad es la que siempre ha persistido, el resto también las
he presentado en tiempos y momentos específicos de mi trayecto a
sanar.
Hoy
reconozco que no soy un ser “abominable”, reconozco que las
secuelas con las que hemos vivido son únicas para cada
sobreviviente, como lo fue la experiencia de ASI. Hoy reconozco que
soy LIBRE para elegir, para poner límites, hoy reconozco que mi
cuerpo es valioso y digno y merecedor de respeto mismo que esta lleno
de belleza y sensaciones igualmente bellísimas. Hoy reconozco que
mis sentimientos valen como vale mi persona. Reconozco que puedo
hablar o no hacerlo pero por mi propia decisión.
Hoy
reconozco que no somos un “conjunto o una mezcla de secuelas”
¡Somos mucho más que eso!
Alma
B.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Participa con tus contribuciones y comentarios