martes, 12 de junio de 2012

NO SÓLO SECUELAS



Nunca he sabido porqué cuando empecé a escribir mi historia lo hice en tercera persona...Lo que quedó de ella...supongo que el resultado soy yo.
Creo que tal vez así alejaba eso que me pasó  de mi yo más profundo,y supongo que es lo que todo el mundo llama disociación ,aunque nunca fui consciente de ello.
Siempre creí firmemente en mis recuerdos,y es más como se sucedieron tan rápidos unos de otros,creo que nunca llegaba a olvidar a uno cuando ya tenía  otro,con lo cual fui más que consciente a medida que fui creciendo.
Yo no tuve esa amnesia de la que mucha gente habla,esa que durante años te deja vivir hasta que un buen día un detonante te tira toda tu vida a la cara.Y no sé qué es peor,recordar de golpe,o vivir completamente convencida de lo poco que vale tu vida desde siempre.
Así que cuando por fin me atreví a tratar el tema con mis terapeutas,me dí cuenta que pese a todo ,pese a saber lo que siempre había pasado,había muchísimas cosas que aún tenía que recordar,y es terrible seguir recordando,y hacerlo sin fin.
Nunca he sabido por qué no puedo con ciertos olores.Ir conduciendo y oler a humo,me mataba...mejor dicho me mata.
El caso es que aunque me gustaría saber por qué, me da pánico descubrir en qué momento ese olor se instauró en mi mente,porque realmente no recuerdo ninguna situación explícita en la que el humo se relacionara con los abusos,a no ser en esa etapa en la que tan pocos recuerdos tengo,y me refiero a los amigos de mi hermano.Pero sinceramente,no quiero recordar.
Tampoco sé por qué tengo tantas "rarezas".Algo que es superior a mí es mojar mi cara. Debajo de la ducha he de hacer un pensamiento durante unos segundos,y convencerme de que no me va a pasar nada por hacerlo...
Otra de mis rarezas, es negarme todo lo que puede ser positivo para mí,en un sentimiento de autocastigo o fustigación,mientras que cuando alguien me humilla,me abusa de nuevo,soy incapaz de hacerlo...y me refiero a lo de negarme.
Sin embargo,soy consciente que ante cualquier sugerencia que puede significar un cambio de mi rutina,las primeras palabras que pronuncio son " es que no..." y lo que sea.Cualquier excusa es buena para no asomar la cabeza más allá de donde toco con la punta de la nariz,porque si no empezamos a movernos en territorios desconocidos,y aún no hemos crecido lo suficiente.

A veces pienso que ser consciente de todas mis secuelas es lo peor que me ha podido suponer.Antes era rara porque sí,porque yo lo quería así.
Ahora soy consciente de que esto no es real,soy lo que ellos quisieron que fuera,la niña hoy mujer sumisa,incapaz de luchar por lo que realmente quiere,la que deja escapar oportunidades por miedo al fracaso,a lo desconocido,la que prefiere moverse en arenas movedizas que pisar suelo firme.
Y aunque el mundo trate de convencerme de que estoy preparada para salir, yo sigo hundiéndome sola,estática a veces,y con el consuelo de saber que la cuerda que me puede sacar la tengo enfrente,mi tabla de salvación.

Creo que tal vez así alejaba eso que me pasó  de mi yo más profundo,y supongo que es lo que todo el mundo llama disociación ,aunque nunca fui consciente de ello.
Siempre creí firmemente en mis recuerdos,y es más como se sucedieron tan rápidos unos de otros,creo que nunca llegaba a olvidar a uno cuando ya tenía  otro,con lo cual fui más que consciente a medida que fui creciendo.
Yo no tuve esa amnesia de la que mucha gente habla,esa que durante años te deja vivir hasta que un buen día un detonante te tira toda tu vida a la cara.Y no sé qué es peor,recordar de golpe,o vivir completamente convencida de lo poco que vale tu vida desde siempre.
Así que cuando por fin me atreví a tratar el tema con mis terapeutas,me dí cuenta que pese a todo ,pese a saber lo que siempre había pasado,había muchísimas cosas que aún tenía que recordar,y es terrible seguir recordando,y hacerlo sin fin.
Nunca he sabido por qué no puedo con ciertos olores.Ir conduciendo y oler a humo,me mataba...mejor dicho me mata.
El caso es que aunque me gustaría saber por qué, me da pánico descubrir en qué momento ese olor se instauró en mi mente,porque realmente no recuerdo ninguna situación explícita en la que el humo se relacionara con los abusos,a no ser en esa etapa en la que tan pocos recuerdos tengo,y me refiero a los amigos de mi hermano.Pero sinceramente,no quiero recordar.
Tampoco sé por qué tengo tantas "rarezas".Algo que es superior a mí es mojar mi cara. Debajo de la ducha he de hacer un pensamiento durante unos segundos,y convencerme de que no me va a pasar nada por hacerlo...
Otra de mis rarezas, es negarme todo lo que puede ser positivo para mí,en un sentimiento de autocastigo o fustigación,mientras que cuando alguien me humilla,me abusa de nuevo,soy incapaz de hacerlo...y me refiero a lo de negarme.
Sin embargo,soy consciente que ante cualquier sugerencia que puede significar un cambio de mi rutina,las primeras palabras que pronuncio son " es que no..." y lo que sea.Cualquier excusa es buena para no asomar la cabeza más allá de donde toco con la punta de la nariz,porque si no empezamos a movernos en territorios desconocidos,y aún no hemos crecido lo suficiente.

A veces pienso que ser consciente de todas mis secuelas es lo peor que me ha podido suponer.Antes era rara porque sí,porque yo lo quería así.
Ahora soy consciente de que esto no es real,soy lo que ellos quisieron que fuera,la niña hoy mujer sumisa,incapaz de luchar por lo que realmente quiere,la que deja escapar oportunidades por miedo al fracaso,a lo desconocido,la que prefiere moverse en arenas movedizas que pisar suelo firme.
Y aunque el mundo trate de convencerme de que estoy preparada para salir, yo sigo hundiéndome sola,estática a veces,y con el consuelo de saber que la cuerda que me puede sacar la tengo enfrente,mi tabla de salvación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Participa con tus contribuciones y comentarios