martes, 12 de junio de 2012

El abuso no te determina en la vida


Una de las cosas que más llamaron mi atención en los primeros días del GAM fue conocer a tantas personas que habían sufrido abusos sexuales, entre otros, durante la infancia y se atrevían a hablar de ello! Sí, sí, la sensación era esa “se atrevían a hablar”, yo que llevaba tantos años callando que no me salía la palabra “abusos” ni aunque quisiera gritarla, estaba allí, con personas que podían y querían hablar de ello.
El recordar todo esto me hace pensar en la evolución de las personas, en sus historias personales y de abuso, cómo les ha afectado a lo largo de la vida y a veces, de qué formas tan distintas y otras tan parecidas hemos caído en la misma trampa.
Una de las cosas que pude comprobar es que el tipo de abuso sexual sufrido no determina en si sanará antes la persona o si tendrá más o menos secuelas, me atrevería a decir que son nuestros propios engancheslos que nos limitan o favorecen para continuar.
¿A qué me refiero con tipo de abuso?
Hay una frase del psicólogo que me atendió cuando era niña que nunca olvido y me parece adecuada, por la suavidad, para explicar a una madre que su hija está sufriendo abusos por parte de varias personas
“A veces una persona puede estar siendo molestada por varias personas a la vez”
Los tipos de abuso son infinitos: uno o varios agresores, si era una mujer o un hombre el abusador, abuso sexual con violencia (física y/o psicológico) o sin ella, el grado de abuso (tocamiento, violaciones, visionar películas porno, etc), la frecuencia, si era un familiar o una persona externa,  la edad en que comienzan los abusos, el apoyo recibido, el silencio, etc.
Desgraciadamente hay muchos tipos de abuso sexual y muchas variables que entran en juego, pero nosotros nos determinamos a nosotros mismos. A veces uno puede sufrir un abuso “suave” (permitidme el calificativo sin quitar importancia ni dolor al abuso, sólo a modo de graduar de alguna manera la historia de abuso) y tener unas secuelas profundas y limitantes, mientras que una persona que ha tenido una historia de abuso sexual infantil constante, repetida, violenta y un largo etcétera puede seguir adelante con sus secuelas.
Lo que intento deciros es que no importa el tipo de abuso que hayamos sufrido, eso no nos determinacomo personas, pero sí lo hace la manera en que lo veamos, en que lo vivimos.
No hablo de que dependa de que seamos débiles o no, porque para mí todo superviviente tiene una fortaleza interior pura y constante que es lo que nos mantiene con vida, porque llevamos años resistiendo, hemos sobrevivido a nuestro infierno personal.
Soy de las que piensa que con tiempo y con cuidados, si nos mantenemos con la esperanza y la lucha por el cambio, por crecer, por sanar, no sé si dejaremos de tener todas las secuelas pero al menos sé que podremos disfrutar mejor de la vida, ¡Vivir! y a mí con eso me basta.

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