miércoles, 17 de septiembre de 2014

Seguía siendo yo


Mi nombre es Maria, soy de Uruguay. Tengo 28 años y fui víctima de abuso sexual por parte de un familiar directo desde que tuve uso de razón (por lo menos a partir de los 4 años), hasta aproximadamente los 16.

Después de varios sucesos en mi vida que iré contando en futuras entradas, fui tratando de encarar el tema, porque llegue al punto de pensar que este mundo realmente no era para mí, o que era solo una cuestión de tiempo que yo tuviera el valor de terminar con todo.

Entonces comencé a buscar información en internet, y me ayudo, mucho.
Descubrí que lo que me pasó a mí, les paso y les sigue pasando a muchísimas personas,niños y niñas, hombres y mujeres de Uruguay y del Mundo.

Descubrí que es algo con lo que voy a tener que vivir por el resto de mi vida, pero que tengo que aprender a hacerlo, porque no voy a cambiar lo que paso, pero tampoco voy a tener otra oportunidad de vivir de nuevo.

Descubrí que varias de las cosas que me pasan a mí, y que me pasaban desde niña, como la tristeza constante, los ataques de ira, la falta de confianza en mí y en el mundo en general, estaban mucho mas relacionadas a eso de lo que pensaba.

Pero también vino la parte mala de la “investigación”, porque empezas a leer cosas como “Secuelas”, “Trastornos de personalidad, como trastorno bipolar, o "trastorno de personalidad límite”, “Esquizofrenia”, “Tendencia al suicidio”, “Bulimia”, etc.
Y así es como podes llegar a pasar de sentirte solo y único, a sentir que aparte de todo podes estar completamente loco!! Y eso te desespera un poco.
Igual, lo más interesante, es que en absolutamente todos los casos, todo lo que leí concluía con “BUSCAR AYUDA”. Es genial, y trate de hacerlo, trate de buscar ayuda.

Y la verdad es que hasta ahora no la encontré. Si, voy al psiquiatra, que me manda medicación, y si estoy haciendo terapia, pero no encontré un grupo de ayuda, un centro especializado, o lo que sea, que sea especifico para las personas con mi problemática, por lo menos acá en Uruguay. Lo más cercano que encontré, son los centros comunales que por lo general se encuentran en barrios de escasos recursos donde se trata el tema “Violencia Domestica” en general, solo eso.

Así que déjenme decirles una cosa; yo pude contar lo que me pasó por primera vez a una amiga este mismo año, no lo sabía ni mi familia, y una vez que lo conté, descubrí algo sorprendente, que me ayudo mucho: Seguía siendo yo.

Así que, partiendo de una idea, y de la ayuda de un gran amigo, comenzamos con este blog,un lugar para todas las personas que como yo, tienen la necesidad de decirlo, de saber que lo que les paso no los hace menos, que no somos los únicos, que hay quienes aprendieron a vivir con ello, hay quienes lo están intentando, o quienes simplemente tienen la necesidad de decirlo por primera vez. 

Que esto no es un tema de nivel económico, clase social, sexo, o edad.
La idea es que crear, algo que auspicie como un grupo de ayuda on-line, en donde todos, en forma anónima, podamos ayudarnos y ayudar a otros.
Para concluir esta primera entrada, quiero decir que no somos los únicos a los que les paso, ni a los que les va a pasar. Pero si somos personas únicas con defectos y muchas virtudes y tenemos derecho a superar esto, a tener una vida y seguir adelante con felicidad y paz, pero sobre todo, que podemos lograrlo.

Anónimo 

3 comentarios:

  1. No fue hasta los 45 en mi caso, que le puse nombre a esto que te paso a ti, que es exactamente lo que me paso a mi, me siento tan identificada con tu historia. Estoy en proceso de sanación, al menos empece, y estoy dispuesta a llegar hasta el final, espero no me tome toda la vida para encontrar paz.

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    1. Nunca es tarde para hacerlo y espero que consigas paz un abrazo desde venezuela

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  2. También soy de Uruguay. Hace unos meses, en 2014 me descubrí sobreviviente de abuso sexual. Tuve la fortuna de dar con una propuesta de sanación en el momento oportuno, Asistí por intuición, y fueron dos meses en que mis ojos se abrieron a una realidad dolorosa y liberadora a la vez.
    No tengo recuerdos aún, sí la certeza visceral, por sensaciones corporales y emociones de rechazo total, que me indican que mi abusador fue mi padre.
    He podido comenzar este trabajo en el grupo de sanación, y decirlo a un dos amigas que viven lejos.
    Y tengo 41 años, los 40 años anteriores los viví creyendo en la palabra de mi padre y sus buenas intenciones. Siento que renací a partir de esta revelación a la vez que veo daños en mi persona que nunca antes había visto y es muy doloroso. Diría que estoy experimentando a escuchar por primeras veces cómo es mi voz y qué tengo para decir al mundo. Es raro, es duro, siento que necesito decir, decir y decir. Les agradezco la oportunidad de hacerlo aquí.

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