domingo, 10 de marzo de 2013

NO ME RECONOZCO Y ME ENCANTA


Todos a esta altura sabéis la gran revolución que se está dando en mi vida.
Durante años,muchos años ,odié mi cuerpo.Lo veía como el culpable de una supuesta provocación hacia los hombres,un instrumento de que se servían ellos porque no podían resistirse a él.
En mi adolescencia,estaba cansada de que chicas a las que yo admiraba ,porque simplemente eran "normales" me dijeran que ojalá ellas pudieran tener mi cuerpo,ese que yo odiaba.
Tanto me lo decían que más se acentuaba el hecho de odiarlo.
Creo que lo he contado otras veces,que empecé a quemarme brazos,piernas e incluso los genitales.

Era una manera de hacer que mi cuerpo fuera menos atractivo. Cuando rompí definitivamente el silencio con mi madre,y me quité ese gran peso de encima,lo primero que hice fue cortarme la gran melena que tenía.
Casi me llegaba a la cintura,y me fui a un peluquero amigo mio,y le dije que me rapara la cabeza al uno.
Fue mi primera reacción,cortar eso que a todos gustaba,a mi padre y sobre todo a mi vecino.
Aún recuerdo la mirada de mi padre cuando me vio rapada... Otro tanto,me sucedía con la ropa. Arreglarme para mi era ponerme un vaquero de mi hermano y cualquier camiseta.
Mi feminidad estaba desaparecida.
Prendas anchas,que no marcaran mi cuerpo, sandalias,jerseys de cuello alto,que no dejaran ver ni un ápice de mi cuerpo,y zapatillas. Nunca hubo un vestido ,ni una falda,ni un top,nada.
Tampoco iba a la piscina ,ni a la playa,porque siempre decía que yo era de montaña...una excusa más.
La realidad es que no podía mostrar mi cuerpo.También odiaba el sentirme observada,o que algún hombre me echara un piropo o una provocación,una vez más me sentía mal.
Ir de compras,era una agonía.Lo odiaba y no perdía tiempo en ello.
Me gustaba ver ropa sexy,aunque nunca la compraba...prefería irme a la sección de señoras,y me compraba lo primero que me entraba.

Y de repente,por primera vez desde hace veinte años,mi pelo está creciendo.Ya casi me pasa de los hombros,y me gusta verlo así.
Y pienso que me hace falta ropa,y tras salir del trabajo ,me voy de compras.
Por primera vez me pruebo ropa,pero no compro lo primero que me cabe,porque no me sienta bien.
Y salgo de una tienda y entro en otra. No miro jerseys que tapen todo,no miro pantalones anchos...busco ropa ceñida,que marque mi cuerpo,pantalones que me marquen mis curvas y ropa sexy. La gente no lo entenderá pero para mí supone una revelación.
Por primera vez disfruto de ir de compras,y me levanto y pienso en qué ponerme.
Y me miro al espejo,y me pruebo cosas antes de salir. Intento cuidar mi aspecto y es un gran esfuerzo para mí. Tengo que ponerme al día en moda,complementos...nunca lo hice...y ahora me encanta,aunque a veces me crea ansiedad. Pero lo mejor de todo es que no lo hago para nadie ,ni por nadie.Simplemente lo hago por mí,porque me quiero,porque me empiezo a gustar.
Porque ese cuerpo perfecto dejó de serlo y llegué a engordar veinte kilos,de los que ya he dejado quince,y ni siquiera lo había valorado,hasta que alguien en un momento preciso,te dice,"tía qué delgada te estás quedando"...pero sólo había cambiado mi ropa de vestir,ya hacía tiempo que había dejado esos kilitos. Pero pese a todo,hoy de nuevo me he sentido observada por un hombre. Ha sido incómodo,pero no he bajado la cabeza.

Me he sentido orgullosa de mí,y sobre todo de mi cuerpo. Y supongo que habrá gente que pensará que todo esto es una estupidez,pero para mí es la señal de que mi autoestima está creciendo,que me siento capaz de todo,de que mis miedos han desaparecido,y sobre todo de que me perdono.

Perdono mi cuerpo,tantas veces maltratado por tantos y también por mí.
Y ahora me toca empezar a cuidarlo también.


Publicado por Carmen Rodríguez


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