lunes, 24 de octubre de 2011

LECCIONES DE INFANCIA: SILENCIO


Es probable que surja es el miedo. Para trabajar con este miedo, empieza por rastrear sus raíces. Mediante comprender cómo fuiste silenciada(o) en la niñez, y por qué es atemorizador hablar ahora, puedes dar pasos para ir lentamente y protegerte.
 
Los niños abusados son callados de diferentes maneras. Tú podrías haber sido chantajeada(o) para no hablar mediante cosas que querías o necesitabas –amor, alimentos, atención especial, ropa, regalos, o como en mi caso [Laura Davis] simplemente con un dulce o una goma de mascar. Si te quedabas callada(o), tal vez podrías tener permiso para salir con amigos o hacer otras cosas que a los chicos no se les permite hacer –tomar alcohol, tomar drogas, fumar cigarrillos, desvelarte.

Tu papel en casa podría haber sido mantener las cosas unidas. Tú sabías que si hablabas, la estabilidad familiar estaría en peligro. Tenías que cumplir y callar a fin de hacer tu papel de pacificador. 

Tu agresor podría haberte amenazado directamente: “Si lo dices, te mataré”. “Si lo dices, tu padre y yo nos divorciaremos”. “Si lo dices, te llevarán lejos y te encerrarán en la cárcel con los otros niños que nadie quiere”. “Si lo dices, abusaré de Sara también. Si no lo haces, la dejaré en paz”. “Si lo dices, te dejaré de amar”. O los otros tratos podrían haber estado implícitos. El sólo hecho de que tu agresor fuera impredecible, violento, más grande y más poderoso que tú, creó una atmósfera amenazante. Tu abusador podría haber torturado o matado tus mascotas, implicando que te podría hacer lo mismo si no cooperabas y te mantenías en silencio.

En algunas instancias, particularmente en casos de abuso ritual, los niños son drogados y se les lava el cerebro, y se les obliga a observar o participar en abusos o asesinatos. La clara e innegable lección es que cualquier indiscreción puede y resultará en muerte. En el caso de asesinatos rituales, los niños son convertidos en coparticipes, así que denunciar a los abusadores también significa acusarse a sí mismos. (Esto es absolutamente falso. Los niños manipulados en abuso ritual no son responsables de las acciones que son obligados a realizar. Ellos son víctimas tratando de sobrevivir).
Ya sea directa o indirectamente, esta clase de tratos y manipulación fueron empleados para controlarte y proteger a tu abusador. Ellos le agregan secrecía y silencio a un horror de por sí en crecimiento. A través de asegurar tu aislamiento, ellos evitan que recibas la ayuda y asistencia que mereces. Estos le permiten al abusador continuar utilizándote para fines egoístas y auto gratificantes.

Nombrar las formas cómo fuiste manipulada(o) para callar es el primer paso para liberarte a ti misma para hablar del abuso hoy:

Cuando estaba siendo abusada(o), mi abusador me dijo que…
Mi silencio fue comprado con:

Fui testigo(a) de las siguientes cosas que me hicieron temer hablar…
Sentí que tenía que proteger... por lo tanto, no podía hablar.
Si yo hubiera hablado, entonces la gente habría sabido que yo…
Directa o indirectamente, el mensaje que recibí acerca de hablar fue:

Cosas para reflexionar:

• ¿Cómo fui manipulada(o) para callar cuando era niña(o)?
• ¿Quién resultó protegido por mi silencio cuando era niña(o)? ¿Quién es protegido por mi silencio ahora?
Espera los siguientes ejercicios acerca de SI LO DIJISTE
Tomado de El Coraje de Sanar, libro de ejercicios de Laura Davis.

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