"Una
autoestima baja puede llevarnos a soportar situaciones y condiciones
negativas para nosotros, al pensar que no seremos capaces de
superarlas"
Si crecimos en una familia donde se buscaba
un culpable de todo lo negativo que sucedía, en lugar de ofrecer
soluciones a esos conflictos para que no se repitieran y pudiéramos
sacar algo positivo de esa experiencia, seguramente aprendimos a
defendernos y a repetir frases como: "Yo no fui", "yo
no estaba ahí"... porque en realidad no éramos responsables de
lo que había pasado y en lugar de ganarnos una disculpa y una frase
de reconocimiento, nos regañaban y hasta castigaban sin razón o
simplemente porque, si cometíamos un error involuntario, no había
espacio para decir la verdad y tener la oportunidad de corregirlo sin
que recibiéramos una reprimenda.
Aprendimos a vivir a la
defensiva, sin darnos cuenta de que, muchas veces, esta actitud nos
lleva a reaccionar tan agresivamente como lo hacen aquellas personas
de las que supuestamente nos defendemos. Es posible que al hacerlo
nos sintamos justificados, ya sea porque el otro comenzó la
discusión, porque nos ofendió o porque estamos tan acostumbrados a
que nos ataquen y traten de culparnos por algo que no hemos hecho,
que ya simplemente reaccionamos en automático, sin conciencia de lo
que hacemos o decimos para defendernos.
Tendríamos que
reflexionar sobre nuestro comportamiento defensivo, sin
justificarnos, de forma objetiva y realista, para descubrir qué lo
origina y si a través de él podemos realmente solucionar o aclarar
el conflicto que enfrentamos, porque, quizás, pudiéramos agravarlo
con nuestra reacción y actitud. Mientras tengamos una disculpa para
actuar como lo hacemos no cambiaremos nuestro comportamiento y, lo
más grave, no evitaremos que vuelva a repetirse.
Recuerda que
serás tú quien tenga que asumir el control y la responsabilidad de
la situación, pues sólo a través de la voluntad, el valor, la
determinación y la perseverancia podrás resolverlas y superarlas
para experimentar la plenitud que da poner nuestros asuntos en orden
y en paz.
Claves para
transformar tu actitud.
Perdona
y suelta. No puedes seguir viviendo en función del pasado. Vamos, es
tiempo de pasar la página tomando lo mejor de todo lo que viviste y
mirando hacia el presente con una actitud mucho más positiva.
No
permitas que el pasado doloroso se interponga entre tú y la
felicidad, perdona, aprende y sana.
No buques las tentaciones.
No te expongas a aquellas situaciones que te son difíciles, creyendo
que puedes hacerlo solo y sin salir herido de ellas.
Mantén la
distancia con aquellas personas que te afectan, mientras te
fortaleces internamente, para poder enfrentarlas cuando te sientas
preparado para resolverlas y superarlas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Participa con tus contribuciones y comentarios