Al final de un ciclo, ya sea el cierre de un año, o la
culminación de una relación laboral o de de pareja, etc. generalmente volvemos
la vista atrás y revisamos lo que pasó. Algunos se quedan con el resentimiento,
culpando en un 100 por ciento al otro, o se quedan molestos con la vida, con
Dios... diciendo "no es justo".
Otros se ponen sobre sus hombros toda la
responsabilidad y decretan (a veces para sus adentros) que no sirven para
intentarlo de nuevo.
Hay cosas que nos toca vivir, por alguna razón. Cuando
revisamos lo que vivimos desde la óptica de querer avanzar y evolucionar, desde
el amor y el perdón, podemos dejar a un lado las culpas. Si nos llenamos de amor
por nosotros mismos, podemos decir: Sí, yo tengo parte de la responsabilidad de
todo lo que vivo. Mis pensamientos, creencias, sentimientos, experiencias
pasadas, inconformidades, etc. pudieron influir en mis actos y en los otros.
Estoy dispuesto a ver mis errores.
También reconozco mis valores, mis
fortalezas, mis virtudes. No estoy siendo castigado por Dios o por la vida.
Acepto que hay cosas que me toca vivir como parte de mi evolución en esta
vida, para mi mayor bien.
Me amo, me perdono cualquier cosa. Estoy dispuesto
a perdonar, a seguir adelante y a ser feliz.
Aceptación
Una vez que
hemos soltado el dolor, el resentimiento, la sensación de pérdida y de
injusticia, el remordimiento y la culpa y el deseo de venganza, podemos cerrar
ese ciclo y empezar otro re-potenciados.
Cuando la persona acepta la
situación, acepta el final, acepta sus emociones para luego soltarlas y pasar a
otra etapa, el avance es más rápido. Se necesita aceptación de lo que pasó y de
lo que está.
A veces las personas se quedan buscando las causas, las
justificaciones, los porqué; o sea, se mantienen en el pasado. Es mejor ubicarse
en el presente y aceptarlo.
Una vez un economista me dijo "a veces tratar
de recuperar una inversión, es perder más", en dinero, tiempo, energía...
vida.
A veces es mejor dejar atrás esa inversión. Algunos dicen: "son muchos
años (con esa persona, o en ese empleo), no quiero perder esos años invertidos.
La pregunta: ¿estás bien con este presente? ¿cuánto tiempo tienes tratando de
recuperar esa inversión? ¿Cuánto más necesitas invertir en energía, tiempo,
dinero, etc. para que haya un cambio favorable?
En espiral
Podemos ver
un ciclo como un círculo que se cierra. Pero si lo vemos como un espiral, es un
círculo que tiene continuidad en un nivel superior, se cierra y sube un escalón
para seguir avanzando.
Tú cierras con esas personas con las que
compartiste, con ese tipo de trabajo o actividad que tenías, con ese sitio donde
viviste, con ese proyecto. Tú avanzas con los cambios adquiridos, con lo que
aprendiste, un escalón más arriba.
La espiral ascendente representa
avance y la puedes usar como ayuda para que salgas de alguna
situación.
Para sanar lo vivido en este año: Pide que esa espiral sane,
purifique, libere, transmute todo lo negativo que hayas atraído, producido,
generado en este año.
Luego te llenas de amor y gratitud por todo lo vivido,
por lo aprendido y por todo el camino que se abre ante ti lleno de la luz
divina. Das las gracias.
El sentir gratitud por todas las cosas que
tenemos, que hemos vivido, por las que vamos a vivir; nos llena de amor y de
reconciliación y deseos de compartir alegría. Aprovechemos esa magia para cerrar
ciclos y avanzar con nuevas fuerzas.
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