
Caminar sin un rumbo lo que produce es un inmenso cansancio y frustración. Los recuerdos siguen perturbando mis pensamientos, muchos en pocos minutos que a veces no me permiten ubicar el tiempo y el espacio. La irritabilidad aumenta, al igual que los latidos del corazón, se acelera la respiración y me quedo inmóvil, con la mirada fija por unos instantes y luego solo quiero salir corriendo a algún lugar donde nadie pueda encontrarme.
Llorar ya no sirve de nada. Vuelve el enorme vacío, vacío de emociones y sentimientos, vacios de profundo dolor atascado en mi garganta.
No encuentro el camino y siento que caigo. Ahora mismo quiero apartarme de los seres que mas amo. No quiero ser una carga para nadie. No necesito mas lástima. Me atrapó el laberinto, me ganó la tristeza, la ira y la rabia.
El no lograr entender por qué no logro reponerme me está volviendo loca. No sé lo que quiero, no sé adonde voy, no tengo un objetivo claro. Los próximos días no serán fáciles, nunca los he tenido.
Seguramente la Felicidad es una cuestión de conceptos, y el mío debe estar errado. Pero soy muy buena ocultando mis penas, a veces hasta Yo creo estar bien, pero a la hora de dormir, al apagar las luces, enciendo las de mi realidad y me aborda la soledad. Aunque esté rodeada de gente, me siento absolutamente sola, nadie logrará entenderlo jamás. No sé cual es la pieza que falta, sólo reconozco las que sobran.
Me sobran los recuerdos de Abuso sexual, de silencios, puertas cerradas, bocas tapadas, malos olores, malos tratos, castigos, burlas, abandono, peleas en el colegio,discriminación, desprecios, señalamientos, culpas, responsabilidades asumidas, llantos ahogados, desilusiones, críticas, juicios y tantas otras cosas que me cansaría de enumerar.

Clau
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