El día que me diagnosticaron TLP y principio de
Bipolaridad por culpa de una infancia de maltratos y abusos el mundo se me vino
encima. Mi vida cambio por completo, mi profesión, mis amigos, mi
familia....Perdí cosas en el camino pero comenzó mi aceptación.
Ese paso empezó al confesarselo a una amiga, me trató igual que siempre solo me dio lo que carecía comprensión, apoyo y dos buenos oídos. Me trató como la misma persona que en realidad seguía siendo a pesar de mi negación por aceptar que no solo era una enferma, solo tenia limitaciones que tienen tratamiento y solución.
Aprendí junto a ella a conocer mi enfermedad, me escuchaba los días buenos y los días malos siempre al pie del cañón. Apoyando mis iniciativas y estimulando mis ganas de luchar. Cuando me vi destruida creyendo que nada seria igual, como ángel calmó mi dolor. Se puede vivir con ello como he vivido con muchas cosas más, seguir creciendo cada día y no dejarme vencer.
Me enseñó la lección que muchos olvidan tener humildad. En la vida todos van a lo suyo olvidándose de las personas e inclusive de sí mismos. Ella se paró y me ayudó. Me hizo entender que soy la misma persona con o sin trastorno, que soy valiente y sacó el coraje de nuevo dentro de mí ser.
Ese paso empezó al confesarselo a una amiga, me trató igual que siempre solo me dio lo que carecía comprensión, apoyo y dos buenos oídos. Me trató como la misma persona que en realidad seguía siendo a pesar de mi negación por aceptar que no solo era una enferma, solo tenia limitaciones que tienen tratamiento y solución.
Aprendí junto a ella a conocer mi enfermedad, me escuchaba los días buenos y los días malos siempre al pie del cañón. Apoyando mis iniciativas y estimulando mis ganas de luchar. Cuando me vi destruida creyendo que nada seria igual, como ángel calmó mi dolor. Se puede vivir con ello como he vivido con muchas cosas más, seguir creciendo cada día y no dejarme vencer.
Me enseñó la lección que muchos olvidan tener humildad. En la vida todos van a lo suyo olvidándose de las personas e inclusive de sí mismos. Ella se paró y me ayudó. Me hizo entender que soy la misma persona con o sin trastorno, que soy valiente y sacó el coraje de nuevo dentro de mí ser.
Pero cómo lo vive ella, cual es su punto en la historia pues añado su
sentir al mio en este texto:
Querida amiga me has preguntado cómo te veo y qué siento, desde que me
compartiste sobre tu diagnostico de principio de bipolaridad, quiero decirte
que sentí mucho miedo, tuve temor de herirte con mis palabras o acciones, de
ser torpe y meter la pata sin querer, tuve miedo por desconocer sobre el
trastorno pero sobretodo porque me enfrenta a mí propia historia familiar la
cual aún no trabajo, me enfrenta a mi propio diagnostico de depresión profunda
y a todos mis miedos y estigmas sobre enfermedades mentales, y quizás de no
haber comenzado un proceso de sanación como sobreviviente de abuso sexual, mi
reacción en otro momento, hubiese sido la de distanciarme, pero ya no quiero
huirle más a la enfermedad, ni al dolor, ni al tuyo, ni al mío. Ahora reconozco
que puedo y quiero (que es más importante el querer) ser una de tus compañeras
en este viaje, lo emprendo ya no desde la ignorancia, si no desde la realidad, teniendo
los ojos bien abiertos, reconociendo mis limitaciones y las tuyas, sabiendo que
no siempre mis palabras, ni mi apoyo será el adecuado, que no siempre lograré
comprender tus estados de ánimo, pero lo seguiré intentando y te pido tengas
paciencia, estoy derrumbando murallas
gigantes de años de ignorancia e indiferencia aprendida, de mensajes negativos
con los que crecí, estoy re-educándome.
El cómo te percibo no ha cambiado, sigues siendo la misma mujer a la que admiro y respeto. La forma en que estás lidiando con este nuevo obstáculo es digna de admiración y sé que lo sabes bien, te has dado el permiso de sentir el dolor, la frustración, la rabia pero igual te has levantado, se que tienes las fuerzas necesarias para seguir adelante y si estás fallan se que también has aprendido a pedir ayuda, lo que no te hace menos, al contrario, más humana. Por eso hoy quiero decirte que cuentes conmigo!
AMIGAS SOBREVIVIENTES
El cómo te percibo no ha cambiado, sigues siendo la misma mujer a la que admiro y respeto. La forma en que estás lidiando con este nuevo obstáculo es digna de admiración y sé que lo sabes bien, te has dado el permiso de sentir el dolor, la frustración, la rabia pero igual te has levantado, se que tienes las fuerzas necesarias para seguir adelante y si estás fallan se que también has aprendido a pedir ayuda, lo que no te hace menos, al contrario, más humana. Por eso hoy quiero decirte que cuentes conmigo!
AMIGAS SOBREVIVIENTES