martes, 21 de abril de 2015

Hablar con los alumnos sobre el abuso sexual aumenta el reporte de casos




(Reuters Health) - Los niños que aprenden en la escuela aprevenir el abuso sexual son más propensos a reportarlo que losniños que no reciben información al respecto, según indica unarevisión de la literatura médica.
Esto, para la autora principal, refuerza los hallazgosprevios. "El programa escolar aumenta el conocimiento que losniños tienen sobre lo que significa el abuso sexual infantil ymejora sus habilidades para reaccionar ante situaciones deriesgo", dijo vía e-mail Kerryann Walsh, de la UniversidadTecnológica de Queensland, Brisbane, Australia.
Pero aclaró que "ese tipo de programas no son una vacunacontra el abuso sexual infantil".
Su equipo revisó 24 estudios sobre los programas deprevención escolares que incluían información de casi 6.000alumnos primarios y secundarios de Estados Unidos, Canadá,China, Alemania, España, Taiwán y Turquía.

Los programas tenían distintos métodos, pero muchosinstruían a los niños en la seguridad personal, el derecho adecidir sobre su cuerpo, las partes privadas del cuerpo, ladistinción entre los distintos tipos de contacto físico ysecretos, y con quién hablar en caso de un abuso.
Algunos diseños incluían películas, canciones, marionetas,libros o juegos, mientras que otros proponían el juego de rolesy el debate. Las versiones más breves ofrecían desde una sesiónde 45 minutos hasta ocho clases diarias consecutivas de 20minutos.
El equipo observó que los participantes habían adquiridoinformación sobre las conductas protectoras y la prevención delabuso sexual. Ese efecto, de acuerdo con cuatro estudios, durabapor lo menos seis meses.
Cuatro de cada 1.000 niños que no habían participado en losprogramas reportaron algún tipo de abuso sexual, comparado con14 de cada 1.000 niños que habían participado en esasintervenciones preventivas, según publican los autores enCochrane Library.
En la práctica, Walsh observe que los programas parecieronaumentar la denuncia de casos, aunque muchos de los estudiosrevisados no precisaban esa información.
"En la pequeña cantidad de estudios que lo hicieron, losdatos eran imprecisos, de modo que llegamos a la conclusión deque los programas elevan la denuncia de los casos con laaclaración de que se necesitan más estudios para demostrar queese sea el efecto real", indicó Walsh.
El equipo no detectó un aumento o una disminución de losniveles de ansiedad o temor en los niños.
La revisión respalda el uso continuo de los programas deprevención en la escuela. Walsh dijo que se utilizan en EstadosUnidos desde los años 80 y, ahora, en muchos paísesdesarrollaros y en algunas naciones en desarrollo.
"Estos programas son similares a los programas de prevencióninteractivos que se utilizan en las escuelas para prevenir eltabaquismo y la adicción a las drogas con probada efectividad",opinó Elizabeth L. Jeglic, que investiga sobre la delincuenciasexual en John Jay College of Criminal Justice, Nueva York, y noparticipó de la revisión. Dijo que los nuevos resultadossugieren la necesidad de sostener y estandarizar las estrategiaspreventivas.
Georgia Babatsikos, que investiga sobre el abuso sexualinfantil en la Universidad de Deakin, Victoria, Australia,recomendó comenzar a hablar con los hijos sobre el abuso sexualentre los tres y cuatro años de edad con un lenguaje adecuadopara la edad y consejos de cuidado y seguridad personal.








lunes, 6 de abril de 2015

Un cuento de sueños…


Un cuento de sueños… 

Uno no, es El cuento de los sueños de los Elefantes voladores, Su princesa, la mariposa de la princesa y la mágica dulce voz de Macha. El cuento de la oruga que vivía dentro del corazón de la princesa de los elefantes, esa oruga inocente y cariñosa que algún día se hará mariposa, y descubrirá el nombre de la princesa, y entonces, solo entonces, esa niña se podrá ir ayá, lejos, muy lejos con los elefantes voladores, a donde pertenece… Justo allí, donde a lo lejos alguien canta. A lo lejos la princesa de los elefantes canta y cantará su canción. No es el viento.   

Había una vez un cuento de una niña, y no una niña cualquiera, era ella la princesa de los elefantes. En el principio de los tiempos, los cielos estuvieron cubiertos de elefantes voladores. Cada noche yacían en el mismo lugar del cielo y soñaban. Cuando miramos las estrellas, estamos mirando los imparpadeantes ojos de los elefantes, que duermen con un ojo abierto… Pues esta pequeña niña quería conocer el sonido del aire, el sabor de la lluvia, y jugaba, pero por sobre todas las cosas, la princesa de los elefantes quería conocer su nombre, alguien se lo había estado robando, alguien le estaba cortante sus alas, pero pese a ello, ella jugaba, como una otra pequeña normal, nada se lo impedía, cuando se caía lloraba como otra niña normal, y también cantaba como otra niña normal, cantaba porque tenia una canción, no tenia ninguna respuesta, pero tenia sueños, que no correspondían a los protocolos de su familia, pero también habían muchas cosas que no debían ser ni pasar en su familia, pero pasaban, y como pasaban y no podían pasar, las tenia que ocultar, esconder, hacer pelotillas y guardarlas dentro, muy dentro de su corazón, donde no hiciesen nada de ruido, solo el pequeño sonido muy parecido al caminar de los alacranes, solo ese sonar que ella podía escuchar, que ella podía omitir que ella podía ocultar su existencia, callar, pero tanto silencio pesaba mucho, ella sentía un toro, un grandote y cornudo toro cafe dentro en su pecho que podía escuchar, aveces, crecía, aveces se hacia pequeño, aveces no la dejaba respirar, aveces no la dejaba pensar, aveces no la dejaba cantar, aveces no la dejaba escuchar… y aveces, solo aveces, no la dejaba soñar… Pero eso, solo aveces… Ella aun quería conocer su nombre, el sonido del viento, el sabor de la lluvia, el sonido y el sabor de las estrellas. 

Un día conoció a una voz, Macha, una voz, la voz de una joven mujer, o una joven chica, la Macha que pudo tocar, pero nunca ver, tenia linda y suave velluda piel, parecía buena, pero jamás la pudo ver, ella creía que era una muñeca: parlante, tímida, suave, un ángel!, debe ser un ángel encerrado ahí!. Un ser mágico brillante y misterioso, pero un ser bueno, y también observador, que se dio cuenta de su carga y sus pelotillas silenciosas dentro de ella. Pero Macha no se lo pregunto, le dijo nada, prefirió esperar a que fuera el momento, a que se acumularan mas pelotillas. Y esperar a conocer sus sueños, sus deseos. Y esperó, y esperó, y esperó a que terminaran de robarle su nombre, pero por su puesto que Macha tampoco lo sabía, no tenia como saberlo, solo sospecharlo, Macha solo le decía: no pierdas tu nombre, no dejes que roben tu nombre… Pero ninguna de las dos supo como. Y cantaban!..

Paso el tiempo, y la princesa de los elefantes aun quería conocer el sonido de aire, el sabor de la lluvia, y cantaba, le cantaba al viento, inventó una cometa, un papalote para mandarle cartas al viento. Como el viento no sabia leer, la pequeña princesa de los elefantes hacia garabatos en el sobre para que el viento se riera un rato, pidiendo que le mandara unos ratitos de sol a la princesa, y pidiéndole que refrescara al sol cuando tuviera calor… Y un buen dia la princesa de los elefantes escucho: al viento, lo escucho cantar. No pierdas tu nombre, cantaba, no dejes que se roben tu nombre, esta dentro de tu corazón, no lo olvides, no eres propiedad de nadie, de nada, no te pierdas…  Pero quizás fue muy tarde, y esa tarde muy tarde, llovió, tan fuerte llovió que cayo agua de todos colores, de todos sabores, ácidos, amargos, algunos con olor a veneno, algunos con sabor a cajeta a azúcar a pan!, a un montón de rico dulce y suave pan!… Y eso le hizo recordar a la princesa de los elefantes sus sueños, sus juegos, sus canciones, y de la pura emoción, lloró, cansada de hacer pelotillas, cansada de guardarlas y pretender no escucharlas, cansada de esconderlas para que a los demás no les moleste el ruido, porque eran pelotillas que no correspondían a los protocolos de su familia, y como no debían ser, ella debía callar, pero dentro de ella vivía esa oruga que sentía su paz, su calor, su inocencia y le recordaba que aun había amor, ilusión, inocencia, esperanza!, y lloró de esperanza, de alegría, y sintió tanta paz, no logró encontrar su nombre, pero sabe que debe estar dentro de su corazón, se lo ha dicho el viento, lo supo con el sabor de las gotas de lluvia… Y buscó…

Macha la dulce voz, descubrió una forma de sacar las pelotillas, encerrar las emociones que estas generaban dentro de un frasco de vidrio y sellarlo con magia para no volver a saber de ellas jamás, parecía que funcionaba, la princesa se sentía mejor… pero al tiempo que iban a la mitad, empezó a lucir pálida, tiesa, se sentía con frío, rígida, y un vacío  extraño, como si esas pelotillas fueran ya parte de ella, y lo eran, no era la forma de deshacerse de las pelotillas, la princesa hermosa de los elefantes se estaba convirtiendo en piedra, Macha la voz, se empezó a volver tenue, desilusionada por lo que estaba ocasionando en la princesa, se estaba convirtiendo en un pequeño elefante de piedra, hermoso mármol blanco, pero piedra de igual forma. Pero ambas escucharon al viento cantar, no pierdas tu nombre, no te pierdas, recuerda quien eres, recuerda tus sueños, recuerda tus juegos, recuerda tus cantos, recuerda tu canción, solo recuerda… Y canta! Canta como el viento, canta!…  

Y la pequeña hermosa princesa de piedra, empezó a cantar débilmente con lo poco que le quedaba de vida al elefante de mármol blanco. Pálida, ojerosa y débilmente cantó su canción, canto sus sueños, canto sus deseos, y sus juegos, cantó y cantó y poco a poco empezaron a romperse todos los frascos sellados con magia, y se empezó a llenar de una mágica resplandeciente luz, todas sus pelotillas, todas juntas formaron un enorme toro cafe de inmensos cuernos negros y cola de alacrán, silencioso, calladito, shhhh, solo emitía el sonar de las patitas de los alacranes contra el suelo, un sonar muy parecido a cadenas arrastradas sobre un suelo de mármol. Macha la voz, ahora lo recordó todo, debía enseñar a la princesa a deshacer cada pelotilla, trabajarla, deshacerla y volver a introducirla dentro de su corazón y su alma, así y solo así la oruga encontrará la salida para convertirse en bella mariposa, y volar, y hacer que la princesa pueda irse al lugar donde pertenece, con los elefantes voladores. Y cantó, y jugó y soñó y lo hicieron. Macha, dulce voz guía a la princesa con fe y amor… 

Entonces, empezaron, una a una, pelotilla a pelotilla, las había grandes, pequeñas, gigantes, y de todos colores, sabores, sentimientos y emociones. Y lo hicieron, el toro se fue haciendo cada vez mas pequeño, cada vez mas débil cada vez menos imponente, cada vez más pálido, y ahora el se estaba convirtiendo en una pequeña piedra de río pulida en forma de toro, con cola de alacrán. Y así pequeño, la princesa lo pudo guardar y lo pudo cargar, porque siempre será parte de ella, y siempre estará ahí, dentro, pero sin peso, sin dolor, sin silencio, sin batallas ni guerras, ni pretender cosas, ahora podía ser libre, ahora podía ser ella misma, ahora…

Ahora la hermosa oruga que estaba dentro del corazón de la princesa empezó a emerger: inocente, cariñosa, tierna tímida pero segura, a paso firme, iluminada con la inocencia de la princesa, impulsada a ritmo de su canción, motivada por sus juegos, sacaba las fuerzas de sus sueños y ahí, en su pequeña espalda, cargaba con algo misterioso, una piedra sin pulir, y la oruga cariñosa emergió, se miró al espejo del alma de la princesa y le gustó lo que vio, así que comenzó su transformación, poco a poco segundos a minutos a horas a días a semanas a meses, tal vez a años… su proceso terminó, y estaba lista para salir, hermosa cristalina crisálida salió una apantallante y hermosa mariposa, y le entrego su nombre a la hermosa princesa de los elefantes, muy dentro de su corazón se encontraba, ahora era un diamante, era esa piedra pulida que se convirtió en diamante precioso en el interior, todos los colores del arcoiris, arcoiris que provocan esas mágicas risas de todos los niños. Y la princesa de los elefantes lo recordó todo, recuperó sus alas, recupero su nombre, ahora estaba lista para partir, ahora estaba lista para ir aya, lejos muy lejos de todo dolor, de todo silencio, de todo protocolo tonto, ya estaba lista para ir aya donde el viento canta y los elefantes vuelan y nos vigilan con sus imparpadeantes ojos. Son las estrellas, la princesa de los elegantes elefantes voló y cantó, no porque tuviera una respuesta, cantó porque tenía su canción, y jugó hasta llegar aya, y soñó. Y recordó, lo recordó todo… Macha la dulce voz, le repitió: Lo que importa, no es lo escrito en la página. Lo que importa, es lo escrito en el corazón. Recuérdalo todo. Pero el toro no duele más. Recuerda tus sueños... Olvida el resto. Recuerda. El viento le cantó: Vuela por el camino del elefante, vuela! Y VOLÓ! A lo lejos alguien canta, es esperanza, y no es el viento, tampoco es Macha… Es la hermosa pequeña princesa de los elegantes elefantes. es esperanza...  Y VOLÓ Y CANTÓ Y SOÑO.

Anónimo 
Miembro de ASI Nunca MáMéxico

sábado, 4 de abril de 2015

Era solo una niña cuando su hermano le hizo esas cosas. Ahora ella estámuriendo y le escribió una carta.

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“Te podría haber denunciado, pero decidí perdonarte”.

Los abusos sexuales y físicos son graves problemas que afectan a muchos niños en el mundo. Este es un caso puntual, y en ningún caso creemos que deba darse siempre de esta forma. Pero ella quiere que sepa que lo perdonó. Ella eligió no denunciarlo. Fue su opción. Esta es una carta abierta y personal de una mujer que fue abusada sexual y físicamente cuando niña. No ahonda en detalles gráficos, pero puede resultar incómoda para algunos de ustedes.

Querido hermano:
Me ha tomado 4 años nombrarte como mi hermano. De mis 7383 días de existencia, 2920 te he llamado monstruo. ¿Te acuerdas? ¿Te acuerdas como empezó? Como un juego. Tú me invitabas adentro de tu pequeña manta diciéndome que me ibas a proteger de los monstruos. Una parte de mí sabía que tú eras uno de ellos. Jugué el “muéstrame lo tuyo y yo te muestro lo mío” solamente por la curiosidad que me provocó. De a poco tu juego se hizo cada vez más complejo. Todavía recuerdo cuando me decías “Shhh, este es nuestro secreto”. Y así se fueron 2920 días de mi vida…
Me acuerdo que, después de 365 días, me dijiste que besar era algo que los niños hacían. 2920 días de mi vida se fueron…
Durante 730 días me hiciste sentarme en un rincón oscuro a medida de que sentías algún tipo de placer al verme desnuda. Tu disfrutabas mi vergüenza y encontrabas algún tipo de felicidad enferma en tu idea de juego. Así se fueron 2920 días de mi vida…
Después de 1095 días yo tenía 9 años y empecé a tener amigas más grandes que tenían novios y fue ahí cuando supe que tú estabas equivocado. Me sentí ofendida y te dije que no estabas haciendo lo correcto. A partir de eso, tú me empezaste a decir que todo era culpa mía.  Me acusaste de haber sido la que comenzó todo. Recuerdo que me encerraste en mi clóset incontables días. Que muchas veces me pegaste en el rostro cuando no te escuchaba. Fueron incontables los días que fui al doctor y le decía como excusa “me caí”. Incontables días en que me quebraste mis huesos y me dejaste varias articulaciones dislocadas. Lo peor es que todo el mundo pensaba que yo era solo torpe. Ay, si solo hubieran sabido. Y así se fueron 2920 días de mi vida…
En el día 2898 me enfermé. Vomitaba todas las mañanas. Me empecé a sentir diferente. Mi mamá pensó que tenía una infección. Mi papá pensó que tenía gripe. Oh, pero tú sí que sabías. Me llevaste a la clínica y eso fue todo. El día 2920 me dejaste y nunca regresaste. Desapareciste. Nadie supo dónde estabas. 
En mi cumpleaños número 17 te vi en Chicago. Te seguí por un tiempo. Pensé en todas las formas en las que podría herirte por la espalda. Estabas con otra mujer y mi corazón me decía que la rasgara y le contara la agonía que me hiciste pasar. Te podría haber herido, pero decidí alejarme. 
Han pasado 3 años desde que te vi. Y hay algo que tengo que decirte:
Gracias. 
Porque gracias a ti estoy viva. Sobreviví. Soy una luchadora. Lo logré. Todo ese tiempo tu te sentías fuerte porque yo me veía débil. Bueno, mírame ahora. Ya no soy una víctima. Soy una vencedora. Esos 2920 días me enseñaron a ser valiente. A hacer cosas duras. A no arrancarme de los daños. Soy quien soy hoy debido a lo que tú fuiste.  
Yo sé quién eres. Y lo he callado. No tienes que consumir alcohol o drogas. No te tienes que herir por la culpa que sientes. Tú fuiste mi monstruo, pero el juego se acabó. Tú puedes ser mi hermano. No tienes que ser un monstruo para toda tu vida. Puedes ser mejor. 
Te podría haber denunciado, pero decidí perdonarte. Y aquí estoy. El perdón es tuyo si tú lo tomas. 
La vida es corta. Estoy enferma. Y, para mí, se acorta el intervalo de tiempo. Pero he luchado para vivir. Lo he hecho cada día de mi enfermedad, porque así es como esos 2920 días de mi vida hicieron toda la diferencia. No me daré por vencida. Esos días oscuros me dieron más energía para pelear. 
Cada día estoy más enferma y débil, pero quería perdonarte ahora y espero que leas esta carta. Quiero a mi hermano de vuelta y espero que te puedas perdonar lo suficiente para dejar la culpa atrás y tener a tu hermana de vuelta en tu vida.
Tu hermana.
http://www.upsocl.com/inspiracion/era-solo-una-nina-cuando-su-hermano-le-hizo-esas-cosas-ahora-ella-esta-muriendo-y-le-escribio-una-carta/#

miércoles, 1 de abril de 2015

La sombra.

La sombra sólo resulta peligrosa cuando no le prestamos la debida atención. Uno no se ilumina imaginando figuras de luz, sino haciendo consciente la obscuridad. Un procedimiento  trabajoso y por tanto impopular. (Jung)
La figura de la sombra personifica todo lo que el sujeto no reconoce, y que sin embargo le fuerza una y otra vez, directa o indirectamente. Es aquella parte de la personalidad oculta, reprimida. La sombra es la suma de todas las disposiciones psíquicas personales y colectivas, que no son vividas a causa de su incompatibilidad con la forma de vida elegida conscientemente, y que se constituyen en una personalidad parcial relativamente autónoma en el inconsciente con tendencias antagónicas.
“Debajo de la máscara social que usamos todos los días tenemos un lado oculto de sombra, una parte impulsiva, herida, triste o aislada que generalmente tratamos de ignorar. La Sombra puede ser una fuente de riqueza emocional y vitalidad, y reconocerla puede ser un camino para sanarse y para una vida auténtica. Nos reunimos con nuestro lado oscuro, lo aceptamos por lo que es y aprendemos a utilizar sus poderosas energías en formas productivas. La Sombra sabe por qué las personas buenas a veces hacen cosas “malas”.  Enamorarse de la Sombra y aprender a leer los mensajes que codifica en la vida diaria puede profundizar su conciencia, imaginación y alma.” Carl Jung – 1958  De “Romancing the Shadow” (Enamorandose de la sombra) por Connie Zweig, y Steve Wolf.
“La Sombra describe la parte de la psiquis que un individuo preferiría no reconocer. Contiene las partes negadas del yo. Ya que el yo contiene estos aspectos, ellos afloran de un modo u otro. Traer el material de la Sombra a la conciencia drena su poder oscuro e incluso puede recuperar recursos valiosos de ella. Sin embargo, el mayor poder viene de haber aceptado sus partes de sombra e integrarlas como componentes de su Yo.” Teoría de Jung sobre La Sombra de John Elder
Todos llevan una Sombra, y a menos que esté encarnada en la vida consciente del individuo, más negra y densa es. De todas maneras, forma un impedimento inconsciente, frustrando nuestras mejores intenciones.” “Uno no se vuelve iluminado imaginando figuras de luz, sino haciendo consciente la oscuridad.” Jung
“¿Quien no sintió, alguna vez, una amargura, ira, egoísmo, envidia y orgullo con el que no sabía qué hacer, o cómo soportar, surgiendo en él sin su consentimiento, cubriendo de oscuridad todos sus pensamientos, y luego, repentinamente, marchándose de nuevo, ya sea por la alegría del sol o el aire, o algún accidente agradable, y nuevamente a veces, igual de rápido, cubriéndolo de nuevo? Esas son suficientes indicaciones para cada hombre de que hay un invitado oscuro en su interior, escondido bajo la cubierta de carne y sangre, muchas veces puesto a dormir por la luz mundana y las diversiones, sin embargo, pese a todo, se mostrará… Es increíblemente bueno y beneficioso para nosotros descubrir este fuego oscuro, desordenado, de nuestra alma, porque cuando se lo conoce correctamente y se lo encara correctamente, bien puede constituirse en los cimientos del cielo así como lo es del infierno.” – William Law, The Grounds and Reasons of Christian Regeneration (1739) (Los Fundamentos y Razones de la Regeneración Cristiana)
“La sombra es tanto la cosa o aquello tan horrible que necesita redención, como el sufrido redentor que la puede brindar.”DrL.Greene PhD in Psychology and Psychoastrologer
[box]LO QUE NO NOS ATREVEMOS A MIRAR EN NUESTRO INTERIOR, TENDEMOS A PROYECTARLO AFUERA EN OTROS…[/box]
“La sombra quiere ser escuchada, es tan simple como eso. Pero si no se la escucha, se vuelve desagradable. Se convierte en un auténtico demonio, bruja o hijo de mala madre, demandando su libra de carne… en un tiempo real muy doloroso, no en el sueño. Presta atención a tu sombra. Si sigues distanciándote, diciendo “¡Cielos, no es culpa mía!”, entonces que el cielo te ayude.”  Katya Walter
¿POR QUE TODO ESTE ENFASIS EN LO NEGATIVO?¿POR QUE MIRAR LA SOMBRAS? PORQUE EXISTEN. PORQUE ES REAL. ESTAN AHÍ, ESTAN AQUÍ. En general, la gente pasa mucho tiempo negando su sombra, y con ello lo que hacen es ayudarla a crecer. Lo que resistes, persiste
Podemos aprender a reconocer nuestra propia rigidez y cómo corregirla. Se necesita sinceridad y valor, y si no puedes solo, busca ayuda externa. Las recompensas son inmensas. Ante todo, el sufrimiento innecesario cesa. Este es el signo más seguro de que hemos elegido el camino correcto. Más importante aún, se abren nuevas posibilidades en todas partes en nuestra vida. Donde todo parecía estéril y árido, y parecía que no había respuestas posibles, ahora todo parece posible. Las posibilidades pueden dar miedo, porque cada una ofrece un camino que nunca hemos tomado antes, pero es una buena clase de temor, como el que experimenta un eximio pianista antes de un concierto. De “Shadow Dancing”  por Robin Robertson.
[Jung] me dijo que una vez conoció a un hombre distinguido, un cuáquero, que no se podía imaginar que hubiese hecho nada malo en su vida. “¿Y sabes que les ocurrió a sus hijos?”, preguntó Jung. “El hijo se convirtió en un ladrón y la hija en una prostituta. Porque el padre no había querido asumir su sombra, su parte en la imperfección de la naturaleza humana, sus hijos se vieron forzados a representar el lado oscuro que él había ignorado.” (A. I. Allenby describiendo una conversación con C. G. Jung.)
“El secreto es: todos nosotros, sin excepción, tenemos cualidades que no dejamos que vea nadie, incluso nosotros mismos –nuestra Sombra. Si miramos hacia nuestro lado oscuro, nuestra vida se puede energizar. Si no, hay que pagarle al diablo. Ese es uno de los proyectos más urgentes de la vida.” Larry Dossey, M.D., Autor of “Healing Wounds” (Sanando Heridas)
“Cada psicología es una confesión, y el valor de la psicología para otra persona reside no en los lugares con los que se puede identificar, porque eso satisface sus necesidades psíquicas, sino dónde lo provoca a resolver su propia psicología en respuesta.” 
James Hillman
“En la naturaleza no hay recompensas ni castigos –hay consecuencias.” No estamos siendo seleccionados para ser castigados, simplemente estamos experimentando las consecuencias de nuestra propia rigidez. Si elegimos la seguridad en lugar del cambio, tenemos que sufrir las consecuencias” Robert Green Ingalls
“Si no cambiamos, no crecemos. Si no crecemos, no estamos viviendo realmente. El crecimiento demanda dejar temporalmente la seguridad.” Gail Sheehy
AQUELLOS QUE SINCERAMENTE ACEPTAN LA EXPLORACIÓN DE SUS SOMBRAS, RETIRANDO SUS PROYECCIONES SOBRE LOS DEMÁS E INTEGRÁNDOLAS EN LA TOTALIDAD A LA QUE PERTENECEN, ESTÁN  OFRECIENDO A ESTE PLANETA EL SERVICIO MÁS VALIOSO. (Roberto Assaglioli)

http://valordeser.com/la-sombra/