martes, 27 de enero de 2015

Una carta a ti niña de 8 años.


Dentro del alma, en su centro, está, de pie sobre una sola pata, un pájaro: el Pájaro del Alma. 
Él siente todo lo que nosotros sentimos. Cuando alguien nos llama por nuestro nombre, el Pájaro del Alma presta atención a la voz para averiguar qué clase de llamada es ésa. 
Y cuando alguien nos abraza, el Pájaro del Alma, crece, crece, hasta que llena casi todo nuestro interior. A tal punto le hace bien el abrazo.

Pero lo que es más importante: hay que escuchar atentamente al pájaro.
Porque sucede que el Pájaro del Alma nos llama, y nosotros no lo oímos. ¡Qué lástima! Él quiere hablarnos de nosotros mismos, quiere platicarnos de los sentimientos que encierra en sus cajones. 

Hay quien lo escucha a menudo. Hay quien rara vez lo escucha. Y quien lo escucha sólo una vez. Por eso es conveniente ya tarde, en la noche, cuando todo está en silencio, escuchar al Pájaro del Alma que habita en nuestro interior, hondo, muy hondo, dentro del cuerpo.

Mijal snunit. El pájaro del alma.
 Fondo de la cultura económica.