lunes, 25 de febrero de 2013

El renacer

Siempre estuve orgullosa de mi nombre.
Carmen,así se llamaba mi abuela. Cuando nací,lo hice un 7 de Octubre. Hubo una discusión enorme por mi nombre...una quería llamarme Rosario ,por el día que nací.
Mi padre quería ponerme María del Carmen,pero ahí estaba mi madre fuerte para decidir que me llamaría Carmen  (a secas),como muchas veces yo tenía que aclarar,porque en aquel tiempo casi todas las niñas éramos marías.
Y sí me llamo así por mi abuela materna. Fue una de las personas más importantes de mi vida,y yo me sentía super orgullosa cada vez que alguien me recordaba que mi nombre era por ella.
Mujer luchadora donde las haya,trabajadora,amable y comprensiva. Mi visión de ella reunía todo eso que yo quería tener. Era admirada por todo el pueblo,respetada y querida.
Su casa era un ir y venir de gente que le iban a contar todos sus problemas,y aun sin entender daba muy buenos consejos acerca de problemas que hoy no somos capaces de entender.
Siempre la vi sola,viviendo en una casa que ni siquiera era suya. Con una pensión mínima aún ayudaba a sus hijos como buenamente podía,comprándoles una garrafa de aceite o una bombona de butano,mientras tanto ella pasaba falta de todo Mi madre decía que sólo comía patatas hervidas y que por eso le dio glucosa.
Recuerdo como poco a poco perdía la vista,pero pese a todo seguía viviendo sola,y tan sólo permitía que algún nieto fuera a dormir con ella. Yo tenía muchas ganas de crecer para irme a dormir a su casa,pero apenas tuve tiempo.
Cada vez que hacíamos palomitas en casa,mi hermano y yo cruzábamos corriendo todo el"cerro" para llevarle a su casa un bol lleno. En casa las comíamos con azúcar,ella las comía sola. Era muy gracioso,porque nos sentábamos con ella y al final comíamos nosotros más que ella,pero se mostraba feliz. Pero su triste enfermedad la fue venciendo.
Llegó un momento que ya no nos veía,y al entrar le hablábamos para que supiera que éramos nosotros. Tuvo una subida y quedó ciega.
Se le dió a elegir dónde vivir,en casa de mi tía o en la nuestra. Me  buscó y dijo dormiré con "la Carmencilla". Así me llamaba,"mi Carmencilla",porque yo era muy poquita cosa,siempre lo fui.
Compartíamos habitación,y siempre me contaba largas charlas de lo que había sido su vida.
Yo cada día la admiraba más,porque su vida era como una novela de Shakespeare. Su familia,que era acomodada,le había preparado un matrimonio de conveniencia. Ella no amaba a su futuro marido ,y a escondidas se veía con mi abuelo. Estaban preparando la boda y ella se fugó con su amor,mi abuelo. Fue desheredada,pero a ella no le importó.
Tenía grandes valores...
Y por eso este renacer mio,me hace recordarla a ella,y como ella luchó por lo que quería y bajo su mirada celestial,yo intentaré hacer lo mismo,luchar por lo que quiero,y luchar por lo que creo que de verdad merece la pena,y si para ello he de dar el "campanazo" como ella pues que empiecen a repicar las campanas. Gracias abuela por haberme enseñado valores,por transmitirme tu fuerza,por estar siempre a mi lado,y por escucharme cuando entre sollozos ,yo trataba de ocultar mi dolor tras mi violación. Fueron las noches más terribles de mi vida,y sin embargo tu recuerdo está a mi lado.
Y con tu nombre,la fuerza y todo lo que me transmitiste crece en mí cada día.
Te quiero.

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