viernes, 23 de noviembre de 2012

JUGAR CON FUEGO


Tres palabras ,sólo eso.Hace poco mi pisco me dijo "no juegues con fuego..."y se me quedaron grabadas,aunque ella a veces me dice que no escucho .

Muchas veces al día me las repito, e incluso trasladan a otras  que me han perseguido toda mi vida las de "me voy a suicidar".
Ahora no es que no lo piense pero acto seguido aparecen las tres palabras mágicas recordándome que no se debe jugar con fuego.

Esto me hace recapacitar y pensar en los momentos en los que me acuden a mi cabeza.
Últimamente,por ejemplo estoy tomando malas costumbres,como no ponerme el cinturón al conducir.
No lo hago en trayectos largos sólo en uno muy concreto que he de hacer cada día,y sólo cuando llego a mi destino,estas palabras acuden a mi cabeza ,"NO JUEGUES CON FUEGO".

Pero miles de ocasiones me vienen a mi cabeza en las que no sólo jugué con fuego,sino que me quemé...

Era muy pequeña,quizás tendría tres años,caminando de casa de mi abuela,me encontré un abanico,al que sólo le quedaban tres varillas.
En casa no había juguetes y con esto estaba entretenida sentada al lado de mi padre.
Los abría y cerraba y estiraba ,porque quería que se hiciera más grande,y mi padre me empezó a decir "como lo rompas te pego".
Y yo pensaba pero si es mio y ya está roto,y lo estiraba más y más.Y tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe...y se rompió.
La mirada de mi padre ,borracho para variar,me hizo salir corriendo,y él detrás para pegarme.
Recuerdo que mi madre estaba sentada en una silla en la calle y al salir yo así abrió sus brazos y me acurruqué entre ellos.Los cerró y me protegió de mi padre.Me agarraba fuerte,muy fuerte.
Y pese a todo yo adoraba a mi padre.Sin embargo,hoy por hoy,no sé qué siento hacia él.Es como un cero a la izquierda.
Muchas veces,cuando mis padres se separaban que fueron unas cuantas,pasábamos varios días fuera de casa,en casa de mi abuela e incluso de mi tía.
Tras una discusión muy acalorada una noche en la que mi padre amenazaba a mi madre con una navaja,recuerdo haber corrido y ponerme entre esa navaja y mi madre,jugando con fuego,pero me daba igual.
Durante años,toda mi familia me negó este recuerdo,me decían que no había pasado,y yo tristemente llegué a creer que mi memoria me jugaba malas pasadas.
Pero de repente tras muchos años ,un día vuelves a sacar el tema,a solas con tu madre, y sólo ahí,sólo en ese momento ,te reconoce que sí que existió.
Pero muchas otras veces jugué con fuego...
Recuerdo cuando mi hermano me proponía jugar a un juego,pero no me decía cual.
Durante días yo le pedí que jugara conmigo a eso,durante días casi le supliqué ,para terminar siendo abusada por el durante años.
Y aún recuerdo cómo me arriesgué con Francisco aquel día que pasé a ser de  su víctima a tenerlo encerrado sin poder salir.
Sin duda si algo me hubiera fallado,aquel día hubiera sido uno más, abusada por él,pero también me dejó claro que un acto de valentía a veces soluciona el problema.
También recuerdo otra manera que a día de hoy lo observo como una manera de jugar con fuego.
Me refiero a mis lugares para jugar después de haber pasado por las manos de Francisco y de mi hermano.
Aquel bosque de pinos...mi bosque de pinos.Creo que era como poner un cartel diciendo "señor violador ,niña de doce años sola ,medio muerta ,juega sola aquí.Víctima fácil"
Y claro que lo fui,grité recuerdo que lo hice,pero nadie podía escucharme ,estaba a cientos de metros de la casa más cercana...la suya por cierto.
Y ese día me quemé del todo.
Pero seguí jugando con fuego,cada día con mi padre,provocándolo,haciéndolo enfadar, dispuesta a llevarlo al límite buscando que un puñetazo de esos que daba que rompía muebles,me rompiera a mí de una vez.Nunca lo hizo,porque mi madre se metía en medio.

Pero la vez que creo que más jugué con fuego y que terminé quemándome,fue la vez que decidí en otro acto de valentía enfrentarme a mi vecino y decirle incauta de mí que lo iba a contar...
Recuerdo su mirada,recuerdo cómo me agarró del brazo,y me dijo "sí? lo vas a contar puta?ya no recuerdas lo duro que esto puede volver a ser?"
Y apareció su magnífica navaja que hacía tres años había desaparecido.
Me tiró al suelo con la mala suerte que caí sobre una piedra.El dolor de mi espalda fue brutal,mientras que él de nuevo , salvaje mente me violó sin contemplaciones y me dejó claro quien mandaba.


Y ahora en la lejanía tras estos recuerdos,pienso que¿ no ponerme un cinturón en un tramo de doscientos metros? Menuda estupidez,eso no es jugar con fuego es una tremenda tontería.

ANONIMO
http://encontrandoatara.blogspot.mx/2012/11/jugar-con-fuego.html?spref=fb

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