miércoles, 17 de octubre de 2012

A VECES.


Caminamos sobre una cuerda floja
balanceándonos sobre el abismo.
Pero a veces, de pronto o con previo aviso,
descubrimos que no hay tal abismo,
que tan sólo nos elevamos unos centímetros por encima del suelo.
Podríamos entonces bajar los pies al suelo
y echar a andar entre el resto de las personas
…pero cuesta mucho hacerlo.
Esos escasos centímetros se tornan un salto de fe:
¿y si sólo fuese un espejismo?
¿y si fuese peor sortear piedras que mantener a duras penas el equilibrio?
Así que seguimos en nuestra cuerda
trastrabillando y balanceándonos con el más leve soplo de viento
y preguntándonos por qué no podemos andar por el suelo como tantos otros
…aunque a veces esos otros caminan sobre sus propias cuerdas flojas
sorteando obstáculos que nosotros ni vemos ni adivinamos.

No queremos creer que nos valga más malo conocido que bueno por conocer
pero somos pruebas vivientes de la ley de la inercia,
vivimos convencidos de que nuestro malo conocido es lo único que hay
y aunque queramos escapar de ello en el fondo no creemos que eso sea posible.
A veces intuimos una puerta y anhelamos la posibilidad de cruzarla.
A veces hasta somos capaces de construir nuestra propia puerta de tránsito.
A veces nos aferramos a la creencia de lo bueno por conocer.
Y nos armamos con llaves y más llaves para tratar de abrir esa puerta.
En nuestro esfuerzo ni nos fijamos en las llaves que probamos,
en que algunas claramente son demasiado grandes y otras demasiado pequeñas
y que jamás abriremos así esa puerta.
A veces atrancamos la cerradura por poner demasiado empeño.
Otras veces perdemos a la esperanza por horas o por años
sin darnos cuenta de que a veces es la última llave la que abre la puerta.

…y a veces resulta que la llave ni siquiera estaba echada.

ANONIMO

3 comentarios:

  1. Necesito encontrar la llaves que me permita cruzar hacia la paz... el darme cuenta que no es necesario aferrarme tanto al miedo interno de que me van abandonar o de que no soy digna de ser amada... porque si alguien abuso de mi cuando fui niña fue porque talvez lo merecía.... No es cierto nadie se merece ser abusada sexualmente y menos una niña que esta aprendiendo a vivir... nadie debe quitarle los
    sueños.... nadie

    ResponderEliminar
  2. Si sabemos y queremos ayudarte
    Acércate en adame.miguel@yahoo.com.mx

    ResponderEliminar
  3. Soy la autora de este texto (le di permiso a Némesis para ublicarlo aquí). Si os interesa, tenéis éste y más en mi blog.
    http://enbrazosdelaluna.blogspot.com.es/2012/11/en-la-cuerda-floja.html
    Un abrazo a todos y felicidades a Miguel por este blog.

    ResponderEliminar

Participa con tus contribuciones y comentarios