miércoles, 8 de agosto de 2012

EL OTRO TIPO DE ABUSO


Siempre he evitado hablar de otro tipo de abuso que no fuera el de índole sexual.
Hoy en día soy consciente que mi manera de enfrentarlos son otras.
Tengo herramientas para pasar las pequeñas crisis que se me presentan,así como los nuevos recuerdos, o simplemente las distintas maneras  de ver esos recuerdos.
He aprendido a escucharme, a sentir y disfrutar de lo que siento,aunque no siempre sea agradable,pero sentir es algo indescriptible para mí,después de pasarme años inerte y sin saber qué sentía.
Nunca he hablado de manera "pública" del otro tipo de abuso,del abuso psicológico que aún en día sufro.
Y no sé cómo enfrentarlo,pierdo toda la energías que reuno tras luchar mucho en rehacerme pero bastan pocas palabras para que me rompa y resurjan mis miedos,o mejor dicho mi pánico.
Durante años conviví con un a persona que me maltrató psicológicamente.
Lo conocí muy joven,y era mucho mayor que yo.Nos hicimos amigos,y tras dos años de amistad,pasamos a ser pareja.
Para mí era una manera de romper con mi pasado,me ofrecía una vida,y me agarré como náufrago que encuentra una tabla a la deriva en medio del océano.
Pasaron apenas seis meses y por un descuido me quedé embarazada.
Mi mayor sueño,ser madre ,dar todo lo que yo no había recibido,y estaba eufórica...tanto que no me dí cuenta de que su maltrato psicológico había empezado.
Aún estando embarazada,me tenía que salir de nuestra cama,porque lo despertaba al darme la vuelta,y empecé a dormir en el sofá...
Nunca era lo bastante buena,apenas trabajaba ocho horitas y mi casa nunca estaba lo suficientemente limpia,todo apoyado por su dulce madre...
Me desvivía trabajando (hasta dieciséis horas) y cuando llegaba a casa  aún tenía todo por hacer,porque nadie me tendía la mano.
Después de tres años en el que mi vida se convirtió en una pura rutina y esclavitud bajo su yugo,volví a quedarme embarazada.
Me acusó de serle infiel,y que ese hijo que esperaba,no era suyo.
Nada más lejos de la realidad,porque para mí el sexo siempre estuvo y está de más,y en la cama ,me convertía en una auténtica puta que lo único que hacía era complacerlo a él para así terminar cuanto antes y que me dejara tranquila unos días...
Tras una discusión muy acalorada ,le dije que no quería volver a hablar del tema,y que cuando naciera le haríamos las pruebas de paternidad y que si era suya ,me iría de casa y no nos volvería a ver más.
No volvió a tocar el tema,aunque el daño ya estaba hecho y si para entonces nuestra pareja estaba más que rota,con esto ,quedó aniquilada.
Nació la nena y no quiso que hiciéramos las pruebas...era un clon...
Apenas tendría unos meses mi hija,se desató el otro vendaval.
Le diagnosticaron trastorno bipolar,y el maltrato psicológico se acentuó.
Nada le parecía bien,si le decía buenos días,me decía que para qué lo despertaba para eso,si no lo hacía,me había ido sin decir nada.
Se pasaba la vida en la habitación ,ni siquiera veía a sus hijos,comía solo,estaba sólo.
Si compartía una comida con él,los platos quedaban estampados en los armarios de la cocina y los vasos estrellados en el suelo,y todo bajo la mirada de mi hijos...
Las escenas me empezaron a resultar demasiado conocidas y tenía que romper con el ciclo.
Mis hijos ,no debían pasar por ese pánico que yo muy bien conocía.
Y siempre,las discusiones terminaban con amenazas físicas," yo con uno que dé basta".
Reuní las fuerzas para separarme,después de pasarme siete años sin dinero,porque lo administraba él,con trescientos euros al mes para comida y mis gastos y con dos hijos.
Nunca me compré ropa a no ser para los bautizos de mis hijos,y vestía con la ropa que me daban su tía o su madre.
Eso sí ,en sus pantalones encontrarle dos o tres mil euros ,era fácil.
Y siempre la amenaza de quitarme a mis hijos,porque yo era una muerta de hambre que no tenía donde caerme muerta...
Pese a todo lo hice,me fui de su casa y con mis hijos.
Durante dos años viví,conocí el verdadero amor,el dar sin esperar a cambio y sobre todo el recibir.
Trabajaba mucho pero era feliz.
Tras ese tiempo,descubrió que yo había conocido a otra persona y mi infierno fué real.
Empezó su acoso,mi pareja no era la idónea para sus hijos.
Se venía a mi negocio y se pasaba el día,y se pegó a mi literalmente.Empezó a ejercer de padre,cosa que hasta entonces no había hecho,y se me colaba en casa todos los días, hasta que un día me confesó que sus "amigos" le darían una paliza a mi pareja si no lo dejaba.
Lloré como nunca,lo intenté convencer,le dije que me hacía feliz pero a él le dió igual.
Tanto miedo me dió que accedí,lo dejé,y él para comprobarlo se vino a casa prácticamente a vivir.
Un día tras unas copas de más volvimos a acostarnos y él tuvo la confirmación de que de nuevo era "suya".
Su maltrato siguió,aunque esta vez lo empezó a enfocar utilizando a mis hijos,no era lo bastante buena madre,no los trataba bien y les hacía daño.
Tanto me lo repitió que hasta me lo creí y tan mala madre era que deseé desaparecer,y de hecho ahí empecé a beber y mis intentos suicidas.
Hoy sé que mis intentos eran sólo la puerta a estar lejos de él.
En el hospital,incomunicada estaba feliz.
Él mientras tanto se labró una fama con enfermeras y médicos y le llamaban "el santo",por lo que tenía que aguantar por mi culpa.
Tras un ingreso,lo ví claro,mi problema era él aunque lo sabía desde hacía tiempo,y aprovechando una visita lo volví a dejar,sólo que esta vez,lo hizo ,me quitó a mis hijos porque mi estado emocional era inestable,y no era apta para cuidar a mis hijos.
Aún así me rehice,gracias a que mi hermana me cedió un sofá para dormir.
Encontré un trabajo,y tras unos duros meses,pude buscarme un alquiler,y empezar de nuevo,aunque sin mis hijos.
Sin embargo,su maltrato sigue,no dejándome verlos cuando puedo,manipulando mis visitas,mandando mensajes inoportunos a horas desfasadas y sobre todo manipulando a mi hijo en contra mía.
Con diez años,es capaz de decirme que soy mala madre,una mierda de madre,que nunca estoy y que ojalá hubiera muerto.
Sé que es algo muy duro para una madre,pero sé que con el ejemplo que tiene si no recibe ayuda,no puedo cambiarlo.
No me deja interceder en nada referente a ellos,toma todas las decisiones sin preguntarme,y hasta para hablar con sus profesoras tengo que pedirle permiso.
Pero no me rindo y cada día mi primer pensamiento es soñar con recuperar-los y ´sé que es pánico lo que siento hacia él pero el amor de mis hijos ha de estar por encima de todos lo miedos existentes,y su felicidad también.
Así que por ellos,por su linda mirada,he de luchar y lo conseguiré.


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