miércoles, 21 de marzo de 2012

"El perdón es la llave de la libertad."


Perdonar no significa justificar.  Que tampoco significa volver a tener la misma relación como si nada hubiera acontecido. Ni tampoco implica olvidar las ofensas. Perdonar no significa borrar lo que me hicieron, ni quitarle al otro la responsabilidad por mi daño, ni dejar de pedir que se haga justicia, si corresponde. 
Perdonar no es nada más ni nada menos que soltar y liberar el dolor que me ocasionaron cociente o inconscientemente. 

Muchas veces cuando alguien nos agrede física o emocionalmente, sentimos ira hacia nosotros mismos por permitir esa situación, desde algún lugar nos sentimos responsables de que ello haya sucedido. La primera persona a la que debemos perdonar es a nosotros mismos. Confrontar con nuestra ira y nuestra vergüenza, reconocer la fuente de esos sentimientos y elegir perdonar es la mejor decisión para nuestra salud física y psíquica. El rencor y el resentimiento corroen la mente, el alma y terminan enfermando el cuerpo. 

perdonamos para nuestro propio bienestar, para librarnos del poder que el otro sigue ejerciendo sobre nosotros a través del odio, la ira, el miedo. Perdonar es recordar sin cargar con el peso de la herida, es dejar de vivir anclados en una situación. 
Perdonar nos permite soltar un pasado doloroso y vivir en el momento presente.

 Perdonar significa cuidarme, sanar mi herida, superar el periodo de convalecencia, recuperar mi salud física, mental, emocional y continuar avanzando en la vida.  "¿Quieres ser feliz un instante? Véngase. 

¿Quieres ser feliz toda la vida? Perdona". 
Henri Lacordaire  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Participa con tus contribuciones y comentarios