jueves, 29 de diciembre de 2011

CERRANDO EL PASADO




Siempre es bueno saber cuándo se concluye una etapa en la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del presente. Lo importante es poner punto final a los momentos de la vida que se han terminado. Puedes pasarte muchotiempo de tu presente pensando en los ¿por qué? y tratando de entender lo qué sucedió ono sucedió y aquellas situaciones o circunstancias que ya pasaron y que solo son recuerdos.Vivir así produce un gran desgaste en tu vida y no solo te afecta a ti, sino a tus seres queridos.
El pasado ya pasó. No esperes que nadie te devuelva nada, no esperes que nadie reconozca tus esfuerzos. Debes liberarte del resentimiento, de las ataduras que traen los recuerdos delpasado. Si no lo haces lo único que conseguirás es no disfrutar del presente y por lo tanto condicionará negativamente tu futuro.
El pasado solo nos debe servir como experiencia, para realizar los cambios necesarios que nos ayuden a superar los inconvenientes que aparecerán en nuestra vida. Hay que dar vuelta la página y vivir con lo que tenemos hoy en nuestras manos, recuerda que Dios tiene un futuro preparadopara ti y que depende solo de ti alcanzarlo o quedarte distraído en las cosas del pasado, que dicho sea de paso, no puedes cambiar. Si andas por la vida dejando las puertas abiertas, cuando deberían estar cerradas, nunca podrás desprenderte del pasado ni vivir el presente plenamente.
Noviazgos, relaciones o amistades del pasado que no acabamos de terminar en nuestra mente. Posibilidades de volver a empezar, necesidad de aclaraciones, palabras que no sedijeron, silencios fuera de lugar, reacciones, actitudes, malos entendidos… Si puedes enfrentarlos ahora, hazlo, si no, déjalos ir, pasa la página. Cierra la puerta para siempre, pero no por orgullo, o soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón,en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio. Esas cosas ya no forman partede tu vida. Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año.Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, pasa la página, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que estás pensando regresar será el mismo que dejasteatrás. Porque en la vida nada es estático, todo cambia. Es por tu salud mental y amor a timismo, que debes desprenderte de lo que ya no forma parte de tu vida.
Recuerda que nada ni nadie son indispensables. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo.Por lo tanto es tu responsabilidad personal aprender a desprenderte y ser libre. Muchas veces lo que nos ata, es simplemente costumbre, apego, hábito, necesidad. Así quecierra, corta, vete, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.
«Así es la vida y esa es la única forma de acceder a todo lo nuevo que tenemos por delante»

(Tomado de "Reflexiones del Alma")

Alma B.V.

domingo, 25 de diciembre de 2011

LO QUE SEA


No sé como dejar de pensar en lo que no fue.
No sé como asimilar tanta rudeza, caminar con pasos firmes Reponerme día a día con la certeza de que ningún día es igual al otro. Respirar porque así lo quiere la naturaleza o Dios o lo que sea. Sin saber que pasará conmigo mañana la incertidumbre me doblega La incertidumbre me aprisiona en mis divagaciones del "por-venir"
Del que será, de que vendrá... Percibir las situaciones como malas o buenas o que me de igual y sea lo que sea. No sé como dejar de buscarme en algo que no sucedió. No sé como frenar el deseo de menosprecio, menosprecian dome y humillandome yo misma. Buscando afecto, ternura y comprensión, ¿amor? o ¿lo que sea? En personas, lugares donde no los hubo, y por lo tanto no lo habrá.
¿Cuál es el castigo que tengo que pagar? ¿El de la ingenuidad? ¿De los daños indeseables?
¿Del amor no correspondido, no salvado, no cuidado como el más valioso de los diamantes?
Mi alma cae a diario, se arrodilla ante un terrible pasado.
Se levanta! Sin ayuda de NADIE se levanta!
Cae herida y amordazada! Si sigue amordazada! y cae una y otra vez y se levanta! Me duele el cuerpo, los ojos cerrados, el corazón, la piel, el desamor, la desilusión.... lo que sea!! ¿Que? Aún no sé bien que sea!

jueves, 22 de diciembre de 2011

Abre tu corazón


La verdad es que somos capaces de crecer, madurar y tomar el control de nuestra vida, sólo si logramos vencernos a nosotros mismos para reflejar nuestra verdadera naturaleza esencial.
Este es un tiempo apropiado para transformarnos, compartir y reconciliarnos; para acercarnos a las personas de las que nos hemos alejado sin querer y para expresar nuestro cariño y reconocimiento a la familia, los amigos y a las personas que nos ayudaron y suavizaron nuestra vida en algún momento; pero, también, es una época de renovación, en la que, si lo permitimos, puede aflorar la mejor parte de nosotros… Recordemos la importancia que tiene mejorar la calidad de nuestros sentimientos y pensamientos, pues de ellos dependerá nuestra actitud, comentarios, decisiones y comportamiento.
Procura convertirte en una mejor persona cada día, llénate de alegría, optimismo, determinación, confianza, valor, tolerancia y comprensión… cuida la cara que le pones al mundo, pues ella refleja, aunque no te des cuenta, lo que verdaderamente estás pensando y sintiendo en todo momento.

Aprovecha tus buenos sentimientos para tomar la decisión de dejar el pasado atrás. Toma la decisión valiente de perdonar y de darte otra oportunidad.
Reúne a los tuyos para compartir momentos de calidad. Eviten las discusiones, los recuerdos tristes o los reclamos, es la oportunidad para resaltar la afinidad y las semejanzas.
Conviértete en un elemento conciliador y favorece el acercamiento entre los unos y los otros.
Abre tu corazón comparte un plato de comida caliente, una visita, una gran sonrisa o una acción generosa y desinteresada dirigida a suavizar la condición de limitación, soledad o necesidad de otra persona.
Que sea el comienzo de una nueva y maravillosa etapa en nuestras vidas, y que nos anime a vencer la apatía, el desánimo y el pesimismo. Pongamos en marcha nuestra imaginación para llenar de alegría, paz y amor el ambiente a nuestro alrededor. No importa qué tan difíciles hayan sido estos días, recuerda que todo pasa y que siempre podemos volver a comenzar con más fuerza, valor, entusiasmo y determinación.

domingo, 18 de diciembre de 2011

DE GOLPE



Me pegó de golpe este momento tan ingrato que no se quiere largar por más que lo corró de mi vida! Me pegó de golpe y no se tomó la delicadeza en avisar que queria quedarse de planta por mi linda vida! Me pegó de golpe y ahora no se que hacer... Cuando me atacan las noches de insomnio y con tanta oscuridad en mi mente y en mi corazón y con mis ojos empañados de llorar no alcanzó a ver bien! Ese golpe, maldito golpe del ayer que me dejó desprovista ante su repentina visita! No se como curarmelo! No encuentro hoy que hacer! Me golpeo las manos y al golpearlas las dejó adoloridas, hoy les cuesta acariciar, sujetar y ni siquiera me dejó fuerza en ellas para curarme las heridas. Me golpeo los brazos, los dejó marcados y estrujados, fuertemente fueron sujetados... hoy les cuesta cobrar valor y fuerza para aferrarse a algo. Me golpeo las piernas y me violento las rodillas, dejandolas tan débiles y tambaleantes como unas gelatinas. Me golpeo los pies, haciendolos débiles caminan un paso inseguro y tímido, desprovistos estan de un veloz correr. Me golpeo la cara, la dejó roja aparte estuvo retorcida de la barbilla y apretujada. Sometió mi boca... Insultó mis rasgos, plantandome la fatal idea del asco por mi faz, mi cuerpo y mi ser. Me golpeo y lo hizo una y otra vez... el cuerpo?? Sí y lo peor de tooodo que los golpes fueron más allá de la piel!! No sé en que momento todo eso quedo "suspendido" que hace un tiempo llegó "de golpe" y NO SE HA IDO!!!

sábado, 17 de diciembre de 2011

ATROPÉLLAME, ¿POR QUÉ NO ME ATROPELLAS?


Las supervivientes suelen tener dificultad para establecer límites en sus relaciones, porque cuando niñas no aprendieron cómo establecerlas de manera sana. Lo dan todo sin recibir nada a cambio; o creen que no tienen derecho a decir no. Pero en una relación una es una mitad, y por lo tanto merece participar la mitad en la toma de decisiones y ejercer la mitad del poder. En una relación equilibrada, las dos personas contribuyen a hacerla funcionar. NO ES NECESARIO DARLO TODO PARA MERECER EL AMOR. La abnegación total no es una virtud. Si no has tenido mucha práctica en establecer límites, comienza con algo de poca importancia "no quiero que me llames después de las once de la noche porque a esa hora ya estan durmiendo mis compañeras de piso"o "si gastas la botella de leche, reemplazala". Una vez que tengas más práctica, intenta algo más importante. si eres tu la que tiene que preparar la cena para la familia todas las noches y no quieres seguir siendo la única responsable de esta tarea, anuncia: "Ya no prepararé la cena los martes ni los jueves". Háblalo con tu pareja y tus hijos para que acepten sus nuevas responsabilidades. Si no colaboran tu puedes seguir diciendo "no".


El hecho de que alguien no le agrade el límite que has fijado, no quiere decir que tengas que dar marcha atras. Cuando llegue la hora el martes siguiente, dirigete a tu cuarto con una manzana y un buen libro, y si no quieres escuchar las protestas en la cocina, un paseo por el parque podría ser agradable. Tu familia te va a refunfuñar. Talvez armen un gran alboroto, pero no se van a morir de hambre. A lo mejor alguno de tus hijos descubre que le gusta cocinar. Y TU A LO MEJOR DESCUBRES QUE FIJAR LÍMITES TE GUSTA MUCHISIMO!

De: El Coraje de Sanar "La intimidad" p. 327-328.

Alma B.V

NO TE ACERQUES A MI







Es muy común que las supervivientes mantengan la distancia entre ellas y las personas que quieren. Cuando se sienten amenazadas por la proximidad, se alejan. O destrozan a la otra persona porque tienen miedo y necesitan una razón para seprarse. O están presentes sólo físicamente mientras tienen la mente a miles de kilometros de distancia.






"Sabía que acabaría divorciandome. Por mucho que lo intentara, eso sencillamente no iba a funcionar. No deseaba estar cerca de él y punto. Sólo deseaba escapar y esa afirmación; solo deseaba escapar, es la consecuencia directa del abuso sexual. La manera de mantenerme a salvo durante toda mi infancia fue escapar. Escapaba de mi casa, de mi dormitorio, del sótano. Me pasé la mitad de mi niñez en el huerto, subida a un árbol, fuera con los caballos, en cualquier parte que estuviera fuera, lejos de la gente. Solo me sentía a salvo cuando estaba sola. No habia seguridad estando con gente. Jamás".




A veces es bueno guardar distancias. Es importante ser capaz de seprarse de una persona con la que hay intimidad para poder atender y cuidar otros aspectos de la vida y contemplar la relación con más perspectiva. Estar juntos, seprarse para volver a una misma y después volver a estar juntos es un ciclo natural en una relación sana. Pero retirarse cada vez que una se siente incómoda es un problema.


Fijate cuando y porque te alejas, y en cada situación evalua si es lo que deseas hacer, si es apropiado, o si es la continuación de un comportamiento de tu infancia que ya no es útil. Si decides que realmente deseas estar más separada, practica maneras sanas de guardar las distancias. Decidirse por una pelea o tener un romance secreto no es una buena manera de creae separación.


Si decides que lo que verdaderamente deseas es proximidad y no retirarte tendrás que obligarte a estirar la mano, aún cuando tu hábito natural sea retraerte. En lugar de decir: "Te voy a dejar, esto jamás va a funcionar", di "tengo miedo, hablemos". Dile a tu amiga o amigo "Lo estoy pasando mal" en lugar de dejar de llamarla durante semanas. La clave para una mayor intimidad es expresar sinceramente lo que pasa, en lugar de encubrir el miedo y huir.


Y si necesitas ampararte bajo un acolchado de seguridad, negocia contigo misma y haz pequeños pactos. Si el distanciamiento solo lo creas en la mente, los desencadenantes pueden ser más dificiles de localizar. Trata de fijarte donde y cuándo tus pensamientos se alejan. Busca la ayuda de las personas que te rodean. Pídeles que se fijen en señales delatadoras: falta de atención en tus ojos, el tono de voz más bajo o lento, la sensación de que te hallas ausente. Si lo descubren, o tú misma te sorprenderas, detente a ver las causas que lo motivaron.


De: El Coraje de Sanar. "La Intimidad" p. 323-324


Alma B.V

viernes, 16 de diciembre de 2011

NO EXISTE EL OTRO EXTREMO DE LA LÍNEA



No existe lo que se llama una "curación absoluta", JAMAS SE BORRA EL PASADO! El abuso ocurrió y afectó de manera muy profunda. Eso nunca cambiará. Pero si se puede llegar a un punto de resolución. "No se si alguna vez voy a estar completamente curada. Es como cuando una herida cicatriza por fuera, pero queda infectada por dentro. Hay que abrir la herida y limpiarla para que crezca tejido cicatrizado sano. Yo sabía que cuando creciera ese tejido, no sería muy agradable a la vista, pero ya no me dolería. La cicatriz se vería algo levantada y sabrías que está allí, pero podrías tocarla y no dolería. Y creo que eso es lo que sucede. Tengo cicatrices, pero no me duelen. Ahora estan limpias y sanas, esto no significa que estén todas las cicatrices. Estoy segura que con los años iré descubriendo algunas más. Es algo que se puede decir de las personas como nosotras, siempre puede aparecer algo más. No creo que alguna vez vaya estar completamente curada, porque eso cortpo de raíz mi confianza en el mundo. No creo en la trasendencia completa. Creo que las personas somos demasiado complejas para eso". Es necesario aceptar que el proceso de curación va a continuar durante toda la vida. Una mujer pasó años resistiendose a sí misma cada vez que volvía a aparecer el incesto de alguna manera: "Finalmente tuve que comprender que formaba parte de mi. No es algo de lo que pueda liberarme, cambiará mi manera de trabajar con él, pero creo que siempre estará allí, y creo que tengo que llegar a amarlo, porque entonces significará que me amo totalmente. Si voy a amarme a mi misma verdadera y totalmente, entonces tengo que amar todas mis partes y esto es parte de lo que soy".

Muchas supervivientes toman la decisión de sanar del dolor, la verguenza y el terror, y al principio el trabajo suele experimentarse como una carga. Pero cuando se llega a la fase de la resolución y continuar adelante con otra cosa, se valora la profunda curación que se ha hecho. Se reconoce que esa curación ha aportado algo más que el simple alivio del dolor. Se puede, de hecho, considerar la curación como el comienzo de un crecimiento que durará toda la vida. Una superviviente lo expresa así: "No tengo la menor intención de detenerme. Tengo toda la intención de seguir creciendo hasta que me muera".

De: El Coraje de Sanar p. 233.

Alma B.V

EXPRESAR EL DOLOR, LLORAR LAS PÉRDIDAS



DOLOR ENTERRADO


El dolor enterrado envenena, limitando nuesta capacidad para la alegría, la espontaneidad y la vida. Una parte esencial de la curación de experiencias traumáticas es expresar y comunicar los sentimientos. De niña no se podía hacer eso. Sentir en toda su intensidad el sufrimiento, el terror, la furia, sin contar con ningún apoyo, habría sido demasiado terrible para soportarlo. Entonces suprimimos esos sentimientos. PERO NO NOS LIBERAMOS DE ELLOS. Para dejar salir esos sentimientos dolorosos y seguir adelante en la vida es necesario, paradojicamente, retroceder y revivir las experiencias que tuviste de niña: Lamentar y llorar, esta vez con el apoyo de una persona comprensiva y tierna, y con el apoyo del propio Yo adulto. Lo que se necesita para curar, no es rebuscado ni esotérico. Es enormemente sencillo, aunque a muchas supervivientes les ha resultado dificil encontrarlo. Todo lo que se necesita es la seguridad y el apoyo que capaciten para volver a la fuente u origen del dolor, sentir los sentimientos que hubo que reprimir, ser consolada, escuchada y APRENDER A CONSOLARSE UNA MISMA! De esa manera se produce una transformación. Una vez que un sentimiento se ha conocido, vivido y compartido y expresado en toda su intensidad, este sentimiento comienza a transformarse. La manera de avanzar más allá del dolor es experimentarlo plenamente, respetarlo, honrarlo, expresarlo a otra persona, asimilando así en la vida adulta lo que ocurrió en la infancia.


ACERCA DEL DOLOR


Puede parecer estúpido llorar por acontecimientos ocurridos hace tanto tiempo, pero el dolor espera a que se le dé expresión. Cuando una no se permite respetar y manifestar el dolor, éste se encona. Puede limitar nuestra vitalidad, hacernos enfermar y disminuir nuestra capacidad de amar. El dolor tiene sus propios ritmos. No se puede decir: "Bueno, ahora voy a llorar" Se trata más bien de dejar espacio para esos sentimientos cuando surjan. EL DOLOR NECESITA ESPACIO. Sólo se puede lamentar y llorar cuando se da el tiempo, la seguridad y el permiso para hacerlo.

De: El Coraje de Sanar. p 167.

Alma B. V

ARRANCAR LAS MALAS HIERBAS



Escuchar la verdad sobre la vida de una persona es un privilegio y un honor. Cuando se cuenta a alguien la propia historia, la otra persona debería de recibirla como tal. Pero como no es siempre así, es necesario estar preparada ante las posibles reacciones negativas. Es posible que algunas personas se sientan amenazadas. Otras se van a mostrar insensibles o escandalizadas. A estas personas la historia talvez les recuerda el abuso que sufrieron ellas mismas. Si aún no han recuperado los recuerdos, es posible que todas sus defensas hagan sonar la alarma para protegerse de sus propios recuerdos. Algunas de ellas se van a sentir horrorizadas, y otras incluso no lo van a creer al principio. Alguna, incluso puede mostrarse increíblemente grosera. Una mujer esperó hasta después de tener 3 hijos para decirle a su marido lo del incesto. La respuesta del marido: "¿Quieres decir que yo no fui el primero?" Una superviviente se resistía a hablar: "Tenía miedo a la reacción de la gente. A la gente le gustan las víctimas. Hay en las personas una parte animal, se excitan y pueden saltar sobre ti". Algunas personas se han excitado con las historias de las supervivientes y han pedido "más detalles". No es de extrañar en una sociedad en la que se ha erotizado el abuso sexual a los niños. Aunque te vas a encontrar con algunas reacciones antagónicas, insensibles o injuriosas, ES IMPORTANTE CONTARLO! 


Se produce una erradicación de malas hierbas en las relaciones cuando una manifiesta quién es y cómo se siente realmente. Es posible que algunas relaciones No resistan el desafío, y entonces habrá que lamentarlas junto con las otras pérdidas. También se puede elegir seguir con la relación en un plano más superficial para no abandonarla totalmente. Aunque es probable que te encuentres con reacciones poco satisfactorias, también habrá otras compasivas y comprensivas como describe la autora: "Cuando recordé por primera vez el abuso, me sentí abrumada, dejé de llamar a mis amigas, y cuando estás llamaban me mostraba distante y distraída. Una de mis amigas se sentió dolida y enfadada. Estaba a punto de borrarme de su vida. Finalmente le conté lo del abuso. Una vez que supo lo que me pasaba se protó de forma maravillosa. Se convirtió en mi más fiel respaldo". Es importante contar con amigos o amigas con los cuales ser totalmente sincera, compartir con ellos tu historia, tu dolor, tu rabia la única manera de crear esa amistad es compartir tu auténtico YO. Cuando se hace patente esa sinceridad, es posible sentir verdadera intimidad.

De: El Coraje de Sanar. "Romper el silencio" p. 144-145

Alma B. V

APRECIAR



¿Qué es apreciar? Segun algunos diccionarios: Apreciar es determinar de manera aproximada el valor de algo. Estimar el mérito de personas o cosas. Captar o percibir algo por los sentidos o por la inteligencia. Apreciar también es dar o recibir conocimiento, dar o recibir sensaciones, dar o recibir habilidades. Como personas, apreciamos la puesta del sol, la belleza de las flores, un bello paisaje, el cielo estrellado. De las demás personas, apreciamos la confianza que depositan en nosotros nuestros amigos(as) hermanos(as) al abrirnos su corazón, al contarnos/compartirnos sus cosas. Apreciar es dar y/o recibir, se da atención y se recibe la emoción, el conocimiento, o el beneficio. Al apreciar se reconocen aspectos emotivos, intelectuales y motivacionales. Apreciar es poner atención, entender, atender.
Por su parte, la atención significa dejar ciertas cosas para tratar "efectivamente" otras (William James). Cuando realmente se aprecia, se dejan a un lado ciertas cosas para reconocer lo que observamos, al reconocerlo, lo interiorizamos lo hacemos nuestro, lo reconocemos válido y lo sentimos propio de cada uno. Apreciar es distinto de observar o de mirar. Al apreciar RECONOCEMOS. NOS CONECTAMOS! Aprecio y desprecio son antónimos, no podemos apreciar lo que despreciamos y no podemos despreciar lo que apreciamos.


Pareciera que el tema del aprecio fuera algo "complejo".
Dificil para mi entender el "no aprecio" o justo como lo dice su antónimo. El "desprecio" Mi eterna manía de "acomodar" las cosas y de no llamarles por su nombre real! Justo es llamar a las cosas por su verdadero nombre. Pues me cuesta creer en el desprecio. Es duro comprender que una persona ofrece una rosa, vas y escoges la más hermosa, más tardas en elegir la más bella y llevarla a la mano de otra persona cuando ya la ha pisoteado ante tu mirada. Es duro comprender arreglar un escenario hermoso, memorable para que ni siquiera los sentidos de la otra persona lo perciba. Abrir tu alma, tu corazón de par en par... Abrir el baúl de tus recuerdos y palabras. Sonrisas, ideas, aspiraciones, gustos, tristezas, tu pasado. ¿Y? Una y otra vez y de regreso!
¿Quien debe "atender" en estos casos? ¿Pedir o seguir esperando atención de quien jamas ha atendido? ¿Cómo? Cuando realmente se aprecia se "dejan de lado" para reconocer lo "apreciado", hacerlo válido y sentirlo como nuestro.
¿Curioso, no?
Aprecio mis manos! Aprecio mi esfuerzo! Aprecio mi voz! Mis gritos lanzados al silencio y al vacio! Los que no han sido escuchados! (No porque no grite suficiente, sino porque hay muuucha gente sorda!!) Aprecio mis pasos! (que me conducen, seguramente a un mejor espacio cada vez, la lucha no es ni será en vano) Aprecio ser! Aprecio SER MUJER! Aprecio ser mujer y tener características de pájaro o de mariposa. Aprecio mi búsqueda de ayuda! Aprecio mi capacidad y don de discernimiento! Aprecio también sentir miedo! Y aprecio una a una cada de mis lágrimas! Aprecio el estuche que cubre mi alma (osea mi cuerpo) Aprecio mi alma que no se ha marchitado ni secado a pesar de las inclemencias del tiempo! Aprecio ser una persona "amplia" que lleva en su interior a una niña y a una mujer al mismo tiempo! Aprecio haber "despertado" de la oscuridad y porque no aprecio también sentirme a veces en la tormenta! Aprecio saber ahora cual es gran parte mi realidad!



Alma B. V

lunes, 12 de diciembre de 2011

Abre los ojos


Quisiera cerrar los ojos mientras imagino, cerrar los ojos e imaginar que camino a orillas del mar o de un rio. Recordar lo que fui hace muchos años, lo que pretendo ser y centrarme más en lo que aspiro. 


Cerrando los ojos, respiro profundo y me miro y me siento, y me toco y me abrazo y por fin creo que me acepto y por fin creo que voy en el camino correcto. Talvez caminando tambaleante aún con miedos, ahora me libero. Se deshacen cuerdas, cadenas y cintas a mis extremidades atadas, las arranco con mi propia "magía de hada" y grito! Imaginando espacios llenos de luz. Soy YO la que va de cara al frente, soy YO ahora quien acaricia al viento! Pienso en esto y en aquello, lo que causó más dolor y lo que me arrebató lo que quedaba de ilusión. Me considero afortunada, solo por esta tarde (realmente no se si pensaré así mañana).


Pretendo correr, lo más lejos y rápido que pueda, es válido emprender la huida cuando vez aproximarse la espada que te causó la herida! Pretendo disfrazarme de colores para ahuyentar la lugumbre presencia de la oscuridad,¿Qué se les niega a los colores cuando ya el alma ha estado largo tiempo "ensombrecida"? ¿Es justo? No! Creo que, no lo es más!!! Extiendo las manos y nadie intenta sujetarlas aunque vaya deslizandome, aunque de nueeevo vaya cayendo! Todos observan de lejos... Otros ni siquiera eso!
Mis ojos permanecen cerrados y siento el aire renovado entrando a mi cuerpo. ¿Sabes porque? ¡Porque aún estoy viva! Aunque entristezca por haber estado abandonada de la salvación del amor maternal y paterno, amor filial, amor amistoso ... y del romántico que nunca entendió el libro abierto de mi vida. El viento juega ahora con ese libro que llevo en el pecho, mueve sus páginas a libertad y contentó.
Corre niña que no te detenga el frio... Corre niña que no te de miedo la marea que sube hasta tus rodillas. Corre con los brazos extendidos (que si nadie te ve, de semejante acontecimiento se ha perdido) Corre y da las vueltas que quieras, llenate del aire que de momentos te has prohibido! Corre abré los ojos! Tu eres única, valiente... Ya no hay nada sucia (nunca lo hubo). Corre ahi esta el mar JAMAS SE SECARÁ... Ahí esta el cielo cubriendote con su inmensidad

! El aire desea que salgas a respirar... Llenarte de vida y de un paso más que te queda por muchos que has de andar! Niña ya tus ojos no tienen que llorar! No extiendas tus manos a quien bien sabes NO te sostendrá! No pronuncies palabra a los sordos! Hablale al viento, a la mariposa, a la nube incluso al rayo y al trueno! Niña no permitas que en tu corazón germinen las palabras de la boca de falsos, violentos y mentirosos! La tierra del suelo de tu corazón es fértil, no permitas que nadie planté nada si después no cuidará con esmero lo que florezca ahi! Abré los ojos niña! No hay que temer, no hay que temblar! Ya no habrá pesadillas! Abré los ojos y llenate del paisaje de magía que tu habitas, que de tu limpieza de alma y en tu ternura creaste! Abre también tus manos, suelta los globos que tanto tiempo has estado sujetando... Cuando vuelen por el cielo azul, tus ojos verán en tan lindo suceso LO QUE TU MISMA REPRESENTAS Y ERES!!!



Alma B. V.

martes, 6 de diciembre de 2011

Es hora de reconciliarse con el pasado.


Hoy es casi fin de año, las celebraciones de  navidad  y año no me agradan  debo  admitir,  pero supongo que eso va mejorando con el pasar del tiempo, de las sesiones, a medida de que me siento mas segura, mas satisfecha conmigo. 
Sí puede ser que nada haya salido como lo planeado desde los últimos 9 años, desde el momento del A.S.I. y mucho menos después de que lo descubrieron, de la hospitalización por una intoxicación intencional, de la anemia, del hipotiroidismo, desde conocí a mi psicóloga actual-supongo que ella llego a mi vida en compensación a todo lo malo que ha sucedido; en fin, sí, pues no ha salido como lo planeado y tal vez después del A.S. , ese sea mi mayor problema, NO SOY PERFECTA, ¿Quién lo es?, sí, pero me cuesta aceptarlo,  pues no soy la nena buena, linda, responsable, e quilibrada que todos pensaban, no la nena virgen, pura e inmaculada, que mis padres querían que sea, no la mas lista de mi clase, cometo errores a montones, soy impulsiva, digo y hago sin pensar ; lastimo a muchas personas que amo las decepciono, pero me aman y me disculpan, porque ellos saben que no soy perfecta que los amo, y que jamas en la vida les haría daño, me tienen muchísima paciencia 

Nadie puede negar que hecho esfuerzos sobrehumanos para sobrevivir en este ambiente hostil, mi familia, la escuela, Si me cuesta aceptar que nada que lo quería hacer a los .... no lo soy. Pero es tiempo de reconciliarse con el pasado, ya es tiempo. 

He llorado a mares por lo que paso por haber sido ingenua, tonta, lo que sea, por haber confiado en alguien que solo me utilizo, por querer a alguien que no merecia nada de mi amor, por no hablar, por hacer daño y sobre todo por arrastrar a todos a un pozo, que en un primer momento no parece tener salida, pero que en realidad solo es cuestión de decisión. ¿acaso el merece tanto?, no le debo nada a nadie, y menos a él, ¿acaso no me ha hecho el suficiente daño, que me a limites insopechados de odio contra mi misma? ¿acaso lo merezco? Yo no hice nada, aunque el crea hacerme creer lo contrario, ¿acaso no he perdido tanto ya? ¿Por qué perder mas? Porque tenerle tanto respeto y tanto amor, a quien no lo tuvo contigo, ¿acaso debo le mi silencio, guardar el secreto, expiarlo de su culpa? ¿Por qué habría de hacerlo? Aun sabiendo todo lo que me hizo, nunca se arrepintió. No le debo nada, y el me debe todo a mi. No vale la pena seguir guardando el secreto, si tal vez desilucione a mucha personas, es el riesgo de tener un familia muy conservadora pero, ya sufri bastante y no quiero sufrir mas, sobre todo porque hay un millón de cosas que aun quiero hacer, empezando por regresar a la universidad, empezando por mis deseos y no por los de nadie mas, luego vere si estoy lo suficientemente fuerte para ello. No voy a negarlo esta época es la mas triste de año después de mi cumpleaños, porque millones de recuerdos vienen a mi cabeza como olas gigantes que me quieren ahogar, pero sabes, estoy aprendiendo a nadar, y espero hacerlo bien para salir victoriosa.
La navidad, aquí es un caos, miguel, todas las plazas  tiendas a su limite de capacidad, me llena de gente alegre que se imprena del espíritu navideño, de buenos propósitos, y todos aquí en esta época parecen una tarjeta de felicitación de buenos deseos.

Aquí en mi cuidad todo esta lleno de decoraciones navideñas…;
Bueno no se tenga tiempo de escribir, por que entro en exámenes, asi que tengo que estudiar, pero si no FELIZ NAVIDAD!!!, mereces toda la felicidad del mundo Miguel. 
Gracias tkm.

ANONIMO
NOTA: Esta publicación es un homenaje a esta gran mujer que lucha por sobrevivir y lo esta logrando, muchas gracias, se que seguirás luchando y lo conseguiras, con fe, trabajo, amor, perseverancia.

NO TODO LO QUE SENTÍ OBEDECÍA A UNA REALIDAD.

«No le tengo miedo a lo desconocido, le temo a la maldad que esconden las personas y que se presentan como algo que no son. Hoy vivo tranquilo, pero el recuerdo pesa tanto en mí que tengo que estar constantemente en la búsqueda de mi propia identidad», texto tomado de la novela, Abandonados en la Oscuridad.



La marca de un abuso es profunda y como toda experiencia no la podemos olvidar, más aún cuando nos sentimos sucios, frustrados por aquello que nos invadió y que nos hizo ver todo diferente de cómo era en realidad la vida.

A veces, o en el mayor de los casos no tenemos confianza y no existe el ambiente para dialogar lo, no encontramos apoyo en la familia, no lo entendemos aún, no entendemos lo que nos hicieron o están haciendo.

El fortalecimiento de la inteligencia de un niño va redefiniendo su personalidad, pero cuando esta inteligencia entra en el laberinto de lo incomprensible y de la manipulación, cae en el hoyo de la sobrevivencia, lugar en que los sentimientos se agudizan y distorsionan la realidad misma.
Algunos nos refugiamos en Dios, creíamos que encontraríamos la sanación, pero ordinariamente Dios no nos saca de la realidad, tenemos que manejarlo y  reconocerlo nosotros mismos. Fuertes emociones invadieron mi vida, desastrosos pensamientos me consumían día a día, el miedo era el que guiaba mi vida, ¿cuál era mi rumbo?, ningún lugar.
Todo lo que sentía era por aquella horrible experiencia, aquel abusador me hizo creer que yo lo quería, que yo lo había deseado, cuando la diferencia era de edad era casi 10 años y yo con tan solo 11 años de edad, me lo creí por mucho tiempo.

Tuvieron que pasar años y tuve que apartarme de todo, perdí muchos años, entonces tomé conciencia de la manipulación y de las carencias de mi infancia, me perdoné, me redefiní.
Algunas veces me invaden sentimientos, pero solo son sentimientos, no obedecen a una realidad, mi realidad es hoy y yo tengo el timón de mis decisiones.

Juan M. Castro
Autor de la novela, Abandonados en la Oscuridad
www.abandonadosenlaoscuridad.com

lunes, 5 de diciembre de 2011

¿Eres de las personas que dan mucho más de lo que reciben?


En realidad somos  libres de actuar como queramos, pero ciertas personas eligen estar bajo el dominio que otras ejercen sobre ellas, otorgándole el poder de manipularlas, controlarlas, dominarlas y afectarlas negativamente.

Eres tú quien le concede el poder a otra persona para que te afecte. Aunque la mayoría de las veces la esclavitud proviene de las limitaciones que  nos imponemos a nosotros mismos. Cuando uno se desvaloriza y teme hacer valer su opinión, generalmente termina siendo víctima de todo tipo de abusos.

Es interesante reflexionar sobre cómo pueden algunas personas tener tanta influencia negativa sobre otras…  Tal vez sea porque hemos aprendido a vivir a través o en función de otros que no somos nosotros, o simplemente porque estamos necesitados del afecto, la compañía, el reconocimiento o el recurso que solo ellos, creemos que pueden darnos...  es entonces, cuando les permitimos sin ser conscientes del todo, que nos utilicen. La mayoría de las personas son mas amables con los extraños que con los seres queridos y consigo mismos. Esto necesitamos cambiarlo.

Recordemos que somos nosotros los que le enseñamos a otros, como es que van a tratarnos.

Una vez que se han establecido las reglas del trato con alguien, cuesta mucho reeducar al otro para que cambie su actitud y comportamiento. Generalmente, el ser humano crea una imagen mental de cada persona y no vuelve a revisarla sino que se relaciona en función de esa información. Además, si el otro obtiene algún tipo de beneficio al manipularte estará menos dispuesto a cambiar su actitud para liberarte porque perdería su comodidad y placer. Quisiéramos que la otra persona se acostara a dormir y se levantara con una actitud diferente hacia nosotros, per o en realidad somos los únicos que podemos cambiar esa situación. Tómate el tiempo necesario para pensar en esta frase y luego reúne el valor suficiente para rescatar dignamente tu libertad esencial.

Lo más importante, es tomar conciencia de que las relaciones, en especial con las personas que amamos, deben basarse en la reciprocidad, en el respeto, la consideración y el aprecio a lo que entregamos y recibimos, sin permitir que la búsqueda de nuestra comodidad, nos lleve a ignorar el deseo, la necesidad y el derecho que tienen los que con frecuencia nos complacen, a recibir nuestros favores, atenciones, detalles y gestos amables. Recuerda que tienes derecho a pedir lo que quieres, no necesitas que los otros te aprueben o te concedan el permiso para tenerlo. Las únicas personas con las que debes comunicarte y establecer acuerdos para lograrlo, son tus seres queridos y aquellos con los que compartes proyectos, negocios o compromisos ya establecidos.

Concédete la oportunidad de relacionarte con los demás en mejores términos, sin permitirles que te abusen injustamente.  La libertad de ser es un derecho Divino, la verdadera libertad hay que ganarla y reconquistarla cada día.

Claves para tener relaciones sanas:

Aprende a decir que no.  Atrévete a decir que no de vez en cuando, cuando así lo desees y en situaciones sin importancia, hazlo sin justificarte y sin sentirte culpable.  Recuerda que tienes derecho a elegir que hacer o que decir, en todo momento.

Mantén una postura centrada. Debes estar preparado para enfrentar con fortaleza y seguridad, la reacción agresiva de las personas que te manipulan. Las personas que te quieren de verdad, valoran quien eres y no lo que haces por ellos. ¡Vamos, tú puedes!!

Atrévete a expresar lo que sientes y piensas.  Elige una persona de tu confianza, que te quiera incondicionalmente y que desee lo mejor para ti, comienza por relacionarte con ella diciéndole lo que quieres o piensas, aún más, atrévete a manifestarle tus desacuerdos. Hazlo con respeto y poco a poco, gana seguridad.

Establece límites. Recuerda que tienes derecho a decir, “Necesito que me ayudes con esto; deja de exigirme tanto; tú puedes hacerlo solo...”  recuerda que depende de ti, eres tú quien puede terminar con ese círculo vicioso que tanto daño te causa. Ten la suficiente dignidad para no permitirlo más,  busca ayuda si no te sientes capaz de enfrentarlo solo.




Miguel Adame Vázquez

Al final de un ciclo, ya sea el cierre de un año.


Para muchos, el fin de año es un momento en que se reflexiona sobre lo que se hizo y se dejó de hacer, sobre los logros, aciertos, errores, postergaciones, nuevas metas...


Al final de un ciclo, ya sea el cierre de un año, o la culminación de una relación laboral o de de pareja, etc. generalmente volvemos la vista atrás y revisamos lo que pasó. Algunos se quedan con el resentimiento, culpando en un 100 por ciento al otro, o se quedan molestos con la vida, con Dios... diciendo "no es justo". 
Otros se ponen sobre sus hombros toda la responsabilidad y decretan (a veces para sus adentros) que no sirven para intentarlo de nuevo.
Hay cosas que nos toca vivir, por alguna razón. Cuando revisamos lo que vivimos desde la óptica de querer avanzar y evolucionar, desde el amor y el perdón, podemos dejar a un lado las culpas. Si nos llenamos de amor por nosotros mismos, podemos decir: Sí, yo tengo parte de la responsabilidad de todo lo que vivo. Mis pensamientos, creencias, sentimientos, experiencias pasadas, inconformidades, etc. pudieron influir en mis actos y en los otros. Estoy dispuesto a ver mis errores. 
También reconozco mis valores, mis fortalezas, mis virtudes. No estoy siendo castigado por Dios o por la vida. 
Acepto que hay cosas que me toca vivir como parte de mi evolución en esta vida, para mi mayor bien. 
Me amo, me perdono cualquier cosa. Estoy dispuesto a perdonar, a seguir adelante y a ser feliz.

Aceptación
Una vez que hemos soltado el dolor, el resentimiento, la sensación de pérdida y de injusticia, el remordimiento y la culpa y el deseo de venganza, podemos cerrar ese ciclo y empezar otro re-potenciados.

Cuando  la persona acepta la situación, acepta el final, acepta sus emociones para luego soltarlas y pasar a otra etapa, el avance es más rápido. Se necesita aceptación de lo que pasó y de lo que está. 
A veces las personas se quedan buscando las causas, las justificaciones, los porqué; o sea, se mantienen en el pasado. Es mejor ubicarse en el presente y aceptarlo.

Una vez un economista me dijo "a veces tratar de recuperar una inversión, es perder más", en dinero, tiempo, energía... vida.
A veces es mejor dejar atrás esa inversión. Algunos dicen: "son muchos años (con esa persona, o en ese empleo), no quiero perder esos años invertidos. La pregunta: ¿estás bien con este presente? ¿cuánto tiempo tienes tratando de recuperar esa inversión? ¿Cuánto más necesitas invertir en energía, tiempo, dinero, etc. para que haya un cambio favorable?

En espiral
Podemos ver un ciclo como un círculo que se cierra. Pero si lo vemos como un espiral, es un círculo que tiene continuidad en un nivel superior, se cierra y sube un escalón para seguir avanzando.

Tú cierras con esas personas con las que compartiste, con ese tipo de trabajo o actividad que tenías, con ese sitio donde viviste, con ese proyecto. Tú avanzas con los cambios adquiridos, con lo que aprendiste, un escalón más arriba.

La espiral ascendente representa avance y la puedes usar como ayuda para que salgas de alguna situación.

Para sanar lo vivido en este año: Pide que esa espiral sane, purifique, libere, transmute todo lo negativo que hayas atraído, producido, generado en este año.
Luego te llenas de amor y gratitud por todo lo vivido, por lo aprendido y por todo el camino que se abre ante ti lleno de la luz divina. Das las gracias.

El sentir gratitud por todas las cosas que tenemos, que hemos vivido, por las que vamos a vivir; nos llena de amor y de reconciliación y deseos de compartir alegría. Aprovechemos esa magia para cerrar ciclos y avanzar con nuevas fuerzas.

¿Eres de las personas que dan mucho más de lo que reciben?


En realidad somos  libres de actuar como queramos, pero ciertas personas eligen estar bajo el dominio que otras ejercen sobre ellas, otorgándole el poder de manipularlas, controlarlas, dominarlas y afectarlas negativamente.

Eres tú quien le concede el poder a otra persona para que te afecte. Aunque la mayoría de las veces la esclavitud proviene de las limitaciones que  nos imponemos a nosotros mismos. Cuando uno se desvaloriza y teme hacer valer su opinión, generalmente termina siendo víctima de todo tipo de abusos.

Es interesante reflexionar sobre cómo pueden algunas personas tener tanta influencia negativa sobre otras…  Tal vez sea porque hemos aprendido a vivir a través o en función de otros que no somos nosotros, o simplemente porque estamos necesitados del afecto, la compañía, el reconocimiento o el recurso que solo ellos, creemos que pueden darnos...  es entonces, cuando les permitimos sin ser conscientes del todo, que nos utilicen. La mayoría de las personas son mas amables con los extraños que con los seres queridos y consigo mismos. Esto necesitamos cambiarlo.

Recordemos que somos nosotros los que le enseñamos a otros, como es que van a tratarnos.

Una vez que se han establecido las reglas del trato con alguien, cuesta mucho reeducar al otro para que cambie su actitud y comportamiento. Generalmente, el ser humano crea una imagen mental de cada persona y no vuelve a revisarla sino que se relaciona en función de esa información. Además, si el otro obtiene algún tipo de beneficio al manipularte estará menos dispuesto a cambiar su actitud para liberarte porque perdería su comodidad y placer. Quisiéramos que la otra persona se acostara a dormir y se levantara con una actitud diferente hacia nosotros, pero en realidad somos los únicos que podemos cambiar esa situación. Tómate el tiempo necesario para pensar en esta frase y luego reúne el valor suficiente para rescatar dignamente tu libertad esencial.

Lo más importante, es tomar conciencia de que las relaciones, en especial con las personas que amamos, deben basarse en la reciprocidad, en el respeto, la consideración y el aprecio a lo que entregamos y recibimos, sin permitir que la búsqueda de nuestra comodidad, nos lleve a ignorar el deseo, la necesidad y el derecho que tienen los que con frecuencia nos complacen, a recibir nuestros favores, atenciones, detalles y gestos amables. Recuerda que tienes derecho a pedir lo que quieres, no necesitas que los otros te aprueben o te concedan el permiso para tenerlo. Las únicas personas con las que debes comunicarte y establecer acuerdos para lograrlo, son tus seres queridos y aquellos con los que compartes proyectos, negocios o compromisos ya establecidos.

Concédete la oportunidad de relacionarte con los demás en mejores términos, sin permitirles que te abusen injustamente.  La libertad de ser es un derecho Divino, la verdadera libertad hay que ganarla y reconquistarla cada día.

Claves para tener relaciones sanas:

Aprende a decir que no.  Atrévete a decir que no de vez en cuando, cuando así lo desees y en situaciones sin importancia, hazlo sin justificarte y sin sentirte culpable.  Recuerda que tienes derecho a elegir que hacer o que decir, en todo momento.

sábado, 3 de diciembre de 2011

EN LOS LÍMITES DE LA REALIDAD

A veces me siento sola, diferente, rara. Como si viviese dentro de una urna de cristal o de una burbuja. En un mundo aparte. Y siempre con esa sensación de ser un ente extraño, de no estar totalmente conectada con la realidad. De moverme entre los demás como si este no fuera mi sitio, mi tiempo, mi momento. Y además con el miedo constante a ser descubierta. A que alguien me señale con el dedo y diga: “Eh, mirad, ella no es uno de nosotros”. La sensación de estar desubicada siempre me acompaña. Cuando me siento así, suelo aislarme de todo y de todos. Me encierro en casa porque me da miedo que la gente me mire, y me desconecto.


Desde muy pequeña, cuando mi padre empezaba a tocarme, cuando aquello dejaba de ser cosquillas o caricias, me disociaba. Era como si una parte de mí se evaporase. Desconectaba los sentidos, o intentaba hacerlo. No es fácil, al menos necesitas uno para estar unida a la vida.
La casa de mis padres estaba junto a una vía del tren que estaba a pocos metros de las ventanas. Cada pocos minutos pasaba uno. Así que, mientras una parte de mi mente entraba en una especie de ensoñación, en la que cantaba aquella canción infantil e imaginaba elefantes equilibristas, el único sentido que mantenía vivo era el oído. Lo agudizaba al máximo para escuchar cuando se acercaba el tren de cercanías. Y no oía nada más, no sentía nada más.


Después, en la ciudad de mis Padrinos, cuando tenía un recuerdo nuevo o revivía uno conocido, utilicé el mismo mecanismo. Pero lo mejoré. Me encanta la música, así que me compré un walkman y me ponía música a todo volumen. Me concentraba en la melodía, intentando escuchar solo uno de los instrumentos, o dejándome llevar. Y cuando me daba cuenta, no sabía si estaba en mi habitación o en la sala de estar, si estaba tumbada o sentada en el suelo. No sentía nada.


Hoy en día, me pongo el reproductor del ordenador o enciendo el MP3. Y la sensación es la misma. Es como si mi alma flotara, como si fuera un ente incorpóreo, un espíritu impalpable. Utilizo ese mecanismo defensivo con cierta frecuencia. Me calma la ansiedad y me ayuda a superar las crisis. Pero ahora, cada vez que escucho alguna melodía que me guste mucho, a veces me disocio sin darme cuenta. De repente no estoy aquí. Y me pasa mucho. Me he dado cuenta de que tengo ausencias que pueden durar varios minutos.


Incluso cuando estoy entre un grupo de amigos, o en el trabajo, en ocasiones me asalta la pregunta de si realmente me ven, si estoy ahí, si no se trata de un juego de mi propia imaginación. En esos momentos de “irrealidad”, cuando tengo ausencias o me veo a mí misma como alguien raro que solo quiere desaparecer, me asusto.


Hace años leí una novela de Torcuato Luca de Tena, “Los renglones torcidos de Dios”. El título, para los que no conocéis el libro, alude a los enfermos psiquiátricos que el autor compara con aquellas palabras de Santa Teresa de Jesús: Dios escribe derecho con renglones torcidos. Recuerdo durante su lectura llegar a cuestionarme si la protagonista era de verdad una detective, o se trataba de una enferma que ni siquiera reconoce su locura. Me sentí totalmente identificada con esa sensación. Es uno de los libros que más ha marcado mi vida. Porque refleja una realidad casi tan escondida como los abusos sexuales infantiles: la demencia.


Mi hermano mayor, está retirado del ejército por problemas psicológicos. Después de su intento de violación, cuando me fui de aquella casa, lo último que supe de él era que estaba bajo tratamiento psiquiátrico porque estaba enamorado de mí. Mi madre me contó que en una ocasión estuvo a punto de clavarle un cuchillo a mi otro hermano, el de mi edad, por una discusión en la que yo era el tema de debate.


Y la vida de este hermano pequeño tampoco ha sido fácil. Tiene un año más que yo, pero de niños los vecinos creían que éramos mellizos. En muchos aspectos yo me consideraba su gemela. También estuvo en la institución donde me conoció mi Madrina, pero en otra sección. Se consideraba que el niño era un poco retrasado, algo que el tiempo ha demostrado que era falso pero que aun hoy nadie se explica. Supongo que los abusos también hicieron de él un niño retraído y vergonzoso que alguien confundió con un retraso en el desarrollo intelectual.


Al final, tuvo como destino un colegio de educación especial en el que pasó doce años. Venía a la casa de mis padres en vacaciones, como yo. Si mi Madrina no se hubiera cruzado en mi camino, mi destino tal vez hubiera sido similar, o peor. Pero aunque ahora sé lo que ocurrió y las causas de su internamiento, yo durante años creí que efectivamente él tenía un problema real. Hace unos años tuvo un accidente de coche. Desde entonces, no sé si a causa del accidente o de la infancia infernal que pasó, no recuerda nada de su niñez. Tiene amnesia diagnosticada por su psiquiatra.


Pero la que tiene problemas mentales, problemas serios, es mi hermana. Devora novelas como una posesa y si está bien escribe cuentos. Pero cuando está mal la paranoia se apodera de ella. Los años y mis estudios de auxiliar le han dado nombre a todos los síntomas que yo veía de niña: fobias, delirios y alucinaciones. Cuando yo era pequeña me dijo que dios le hablaba, que oía voces. Mi hermana tendría catorce o quince años, después nunca ha vuelto a repetirlo, es lista y creo que pensó que decir eso era un billete directo al psiquiátrico.


Recuerdo una noche que me sentí mal, la cena me había revuelto el estomago y terminé por vomitar en la habitación que compartía con mi hermana. Mi madre solícita me llevo una manzanilla y ordeno a mi hermana que recogiera el vómito. En cuanto me sentí mejor, me quedé dormida enseguida. Mi hermana estaba enfrascada en una novela, y dos o tres horas después se acostó. Mi madre entro en la habitación de madrugada para ver cómo me encontraba, y al ver que mi hermana no había fregado la habitación, la regaño con vehemencia. Las voces me despertaron, y mi hermana al verme dormida empezó a atizarme con la fregona a gritos: “¡¡si yo no duermo, tu tampoco!!”. Aquella noche, mi padre no fue muy duro con nosotras.


En otra ocasión, cuando la economía era especialmente precaria, y solo se podía hacer una comida al día, mi madre preparo unas lentejas para comer, y las repartió para todos los comensales. Dejo unas pocas para que mi hermano “gemelo” y yo cenáramos. Mi hermana tenía un día malo: cuando terminó de comer, volvió a la cocina para servirse las lentejas que quedaban y ante las tímidas quejas de mi madre, mi hermana se enfrentó a ella y la abofeteó. Esa noche cené leche y unas galletas.


Y cuando mi hermano y yo nos quedábamos a su cuidado también hemos soportado alguna humillación por su parte. Aún veo a mi hermano de rodillas contra la pared, brazos en cruz, con diez años, sosteniendo dos tomos de enciclopedia en cada mano. Estuvo en esa posición varias horas por un castigo impuesto por mi hermana. Después tuvo agujetas dos días. El niño no soltó ni una lagrima. Ni un grito, Ni una queja…


A los pocos días me toco a mí, (no iba a ser menos), pero como ya sabía lo que me esperaba, a penas aguanté una hora u hora y media. Cuando el cansancio empezó a hacer mella me negué a seguir arrodillada. Prefería que me pegase. No podía ser peor que papá. Ella hecha una furia comenzó a darme zapatillazos en la espalda, me gritaba que me odiaba y yo hecha un ovillo esperaba a que se cansara o volviera mamá, porque ni siquiera sabía pegar. En realidad lo de mi hermana no era la violencia física sino mas bien otras formas de tortura. En una ocasión me obligó a salir en bata y camisón a comprar el pan. Jamás podré olvidar la vergüenza que sentí aquel día.


Como podéis comprobar los trastornos mentales parecen rodear a mi familia biológica. Ahora que estoy aprendiendo a reconocer las secuelas de los abusos empiezo a entender que esos trastornos tal vez no son tal, sino un comportamiento muy probablemente causado por los abusos a los que mi padre nos sometió a todos. Pero durante toda mi vida he creído que realmente existía un “gen” en la familia: mi padre, por razones obvias, violento, maltratador, abusador… mi madre, se podría decir que un pelele totalmente al servicio de cualquiera que tuviera algo de autoridad; mi hermano mayor en tratamiento psiquiátrico, mi hermana con necesidad de ese tratamiento y mi hermano pequeño, al que siempre creí retrasado, con amnesia. ¿Qué motivo hay para que yo esté cuerda? Cuando quedé embarazada uno de mis miedos era que mi pequeño no fuera sano, que no fuera normal.


En la descripción de mi blog hablo de tener la sensación de caminar junto a un precipicio. Siempre con el riesgo de caer abajo. Me refiero justamente a eso. A perder la cordura. Y reconozco que es algo que me da pánico.


Una de las razones por las que nunca he pisado la consulta de un especialista es precisamente el miedo que tengo a que me diagnostiquen algo. Que me encierren en una habitación acolchada y tiren la llave.


Tengo un amigo médico que en su día estudió la especialidad de psiquiatría, aunque no ejerce como tal. Conoce a mis Padrinos desde hace muchos años, y a mi marido lo conoce desde hace tiempo por motivos profesionales y ahora son también amigos. Hace unos meses le conté mi condición de víctima de abusos sexuales infantiles. En realidad, mi intención era preguntarle por mi hermano, mi “gemelo”. Me preocupaba que su amnesia pudiera afectarle de alguna manera si algún día vuelve a recordar sus abusos. Durante la conversación mi amigo se dio cuenta enseguida de que yo había pasado por lo mismo.


Aquel día creí que se había acabado todo, que me habían descubierto. Me sentí morir. Fue tan sutil en sus palabras que derribó el muro con el que yo me había presentado ante él, para proteger mi condición de superviviente. En esos momentos (Y no es broma) vigilaba la ventana, esperando la ambulancia en la que sin duda iban a enterrarme.


Es un gran tipo. Leyó mis pensamientos como si fueran una viñeta. La conversación fue larga, muy larga, pero muy reparadora. En un momento dado me pregunto si yo había recibido ayuda profesional alguna vez. Ante mi negativa, me hizo muchas preguntas, creo que ahí mi amigo había dejado de ser mi amigo y había pasado al plano profesional, pero sin perder confianza. Supongo que conocía parte de la historia al ser amigo de mis Padrinos, por lo tanto no tuvo más que atar cabos. Para mí fue aterrador, me sentía como encerrada, y empecé a temblar. En cuanto se percató de ello, me tranquilizó: me dio unas pautas para seguir, y me indicó qué debía hacer si me volvía a sentir mal. Me enseñó cómo identificar las señales que me pudieran hacer entrar en barrena. Descubrí en él a un aliado al que contarle mis preocupaciones cuando tengo una crisis.


Semanas más tarde me dijo que también había hablado con mi marido. Creo que estuvo valorando la posibilidad de que yo empezase a ser tratada por algún especialista, pues era consciente del daño que los abusos dejan detrás. Fueron semanas temibles para mí. Al final mi amigo volvió a hablar conmigo y me recordó las medidas que yo debía tomar para cuidarme.


Sigo sin asistir a terapia de ningún tipo, pero cada cierto tiempo, mi amigo me llama para tomar un café, y tarde o temprano, el tema sale a la luz. Creo que me hace un seguimiento, por la amistad que le une a mí y a toda mi familia.


Soy consciente del destrozo mental que mi infancia ha dejado en mí. Sé que hay muchas cosas que aún no funcionan dentro de mi cabeza, pero también sé que ahora que estoy al corriente de ello, que reconozco las heridas, me siento más preparada para afrontar el dolor y paliar el daño. Tal vez en el futuro tenga que tratar con un profesional, pero ahora me siento bien.


Es como si hubiese corrido una maratón, o una gincana llena de obstáculos, que me ha provocado golpes y heridas en mi piel que la adrenalina por poder llegar a la meta me han impedido ver y sentir. Y ahora, que me he tomado un descanso tengo que empezar a poner tiritas en las rodillas y vendajes en los tobillos para poder seguir avanzando. De momento no me hace falta escayola.


Vivo una vida tranquila, con mi marido y mi hijo, todo un hombre ya. En una pequeña localidad de provincias, rodeada de gentes sencillas y con un pequeño empleo a tiempo parcial que me basta para cubrir mis pequeños placeres. Yo digo que ahora estoy de retiro voluntario del mundo. Pero unida a él por este cordón umbilical que es internet. Y me siento bien. Con fuerzas para luchar desde esta posición y no veo la necesidad de ir más allá. Los que me rodean tampoco creen que en estos momentos necesite acudir a un especialista, y si ellos también saben reconocer una señal de alarma, entonces no estoy sola en esto y sé que puedo contar con ellos cuando sea necesario.


Pero a pesar del camino recorrido, a pesar de que ya puedo decir que he cruzado al otro lado sigo a veces, cuando estoy mal, teniendo la sensación de que mis seres más queridos, mi familia más cercana no me entiende. Que no comprenden lo que siento plenamente. Y que no sé si van a poder ayudarme.


Es como si se levantase un muro invisible alrededor. Un muro que solo yo puedo ver. Una barrera que me separa del mundo real. Y entonces vuelve esa sensación de que estoy completamente loca, y que, como en aquel libro, acabaré golpeando la puerta del manicomio pidiendo que me encierren.