domingo, 20 de noviembre de 2011

“YO SOY INOCENTE”



Aquí estoy hoy escribiendo un testimonio que me debía, que le debía a quienes confían en mí, sigo cada día luchando,  ahora puedo gritar fuerte muy fuerte y sin morderme la lengua que  “YO SOY INOCENTE”

Eran aproximadamente las 4 de la tarde cuando mi Madre recibió la noticia, recuerdo su incredulidad, sus lagrimas, su rabia, yo estaba  entre brumas, las lagrimas me desbordaban, ese dolor en el pecho que era tan físico, dolía tanto, que me sentía a punto de  morir, confesando el secreto que me acompaño por muchos  años de mi vida.

Yo era una niña de  solo 5 años  cuando fui víctima de abuso, pase a formar parte de las estadísticas de niños abusados, por tener la osadía de salir a comprar  dulces y pague por ellos, el precio más caro, un abuso sexual.

  
Los  recuerdos son dolorosos, es como si una cámara fotográfica se activara y capturara todo para después seguir cobrando la factura del abuso, a través de los años, angustia, noches sin dormir, las pesadillas y ese dolor que me asfixiaba y todos esos horrores que vivimos los sobrevivientes.


Puedo contar los detalles más crudos del abuso, o  el infierno que viví por años como víctima, pero quiero contarte lo valiente que  he sido por haberlo enfrentado, sé que hay tristezas, contra las que nada puedo hacer, todos hemos tenido alguna y con algunas caminaremos  la vida entera.


Pero hay muchas cosas que también he aprendido, en todos estos años, sé que mi voz tiene fuerza, que es  un   tesoro, que quien habla y rompe el silencio,  crece se hace fuerte por dentro, he aprendido  de mis  emociones y mis  miedos, me nutro de mis  pesares y mis  dichas, de la sabiduría y las audacias que la vida me exige y me propuse vivir  con dignidad.




Sé que hablar  me ha ayudado a  superar,  he aprendido a sobrevivir con alegría, con temple, dignidad y respeto. Año con año, y como me venga el año, me he visto  vivir y sobrevivir como una persona  de bien.  Recibo  las generosidades de mi  destino con sencillez. Lo cual a veces es tan difícil, como ponerle buena cara al mal tiempo. 



Hoy a ustedes que han sobrevivido los invito a vivir con intensidad con fuerza, con alegría, a no dejarse vencer por los abismos, eviten que el miedo les caiga encima. Comprométanse a recordar  y romper el silencio, sin temor, hablen de sus miedos, sus desdichas, bendigan sus arrebatos, sus rabias y los malos momentos.

Comprométanse a perdonarse a sí mismos, a no desdeñar nada de todo lo que  la vida les presente, les quebrante, les alumbre, les alegre.

Yo por mi parte me comprometí y estoy segura que tengo ahora  una vida feliz y plena, con historias buenas y malas, que  nada omitiré ni abreviare, ni las penas, ni las alegrías, porque estoy segura que cuando tenga que hacer el recuento final, tendré la detallada historia de mi vida y podre irme tranquila y en paz.



 Mari Carmen gracias por ser mi hermana mi amiga, mi compañera, mi Ángel, el mejor regalo que la vida me ha dado

Mamá a ti  que cada día con amor y paciencia  vas recuperando a tu pequeña

Laura gracias por enseñarme, la seguridad, el temple, la dignidad

Octavio: Gracias por subirte a este tren,  por ayudar sin condiciones, gracias por ese gran corazón
 Miguel , mi ejemplo  y compañero en esta lucha

A todas las personas que confían en mi…

Gracias por estar en mis noches sin dormir, en los momentos de dolor, cuando estoy vencida, derrotada, cuando estoy confundida, cuando siento rabia, cuando vuelvo a ser  niña.


Elizabeth Suarez 

esuar026@fiu.edu


1 comentario:

  1. la palabra sobreviviente me hace sentir con menos probabilidad para seguir viviendo o ser menos que cualquiera o que todo el mundo crea que soy un humano raro, es como uno de muerto! pasa a estar vivo y no es así, nosotros nunca fallecimos, estuvimos luchando siempre, siempre... es un comentario personal de una persona que sufrio abuso sexual

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