jueves, 27 de octubre de 2011

El proceso de sanar .

Amiga, aunque para sobrevivir “enterramos” la experiencia lo más profundo posible, los recuerdos no se dejan enterrar completamente y se quedan en el cuerpo, en la mente y buscan cómo salir (en tu caso la bulimia como modo de combatir la angustia y asegurarte de “no gustar” a los hombres, o como venganza hacia tu cuerpo por sentirte culpable por algo, y que sepas, que jamás fuiste tú la culpable: eras una inocente niña, preadolescente y, ahora, una adulta con sus dificultades como es más que lógico).

El proceso de sanar es comparable al trabajo de una tortuguita que al romper el huevo busca como “desenterrarse” y abrirse camino hacia la libertad del océano. Soy consciente de que los recuerdos dolorosos esperan hasta que tenemos la fuerza interna para enfrentar el dolor y trabajarlo.

El comienzo en un proceso de sanar, de tantas mujeres adultas, es la prueba de que tenemos en ese momento esa sabiduría y madurez interna para ese empezar a desenmarañar.

Logramos sobrevivir por medio de muchos mecanismos de defensa, de no ser así no hubiera sido imposible seguir adelante y viviendo. A veces es una decisión de querer vivir y comienzas a buscar apoyo porque ya entiendes o empiezas a ver de dónde vienen esos miedos, esas conductas (me has contado algunos de ellos muy bien expresados), esos pensamientos, ese dolor, etc.

Hay momentos en que creemos que nos estamos “volviendo locas” pero no es así sino que el cuerpo y la mente avisaban de que ya estás lo suficientemente fuerte como para enfrentar la realidad del abuso y empezar a trabajarlo: la culpa por lo que me pasó, la vergüenza, cuestiones que es el abusador quien tiene que sentirlos, los mecanismos de supervivencia, y muchas cuestiones más Amiga.
Comienzas a desenmascarar y comenzarás a hacerte preguntas con ideas como “si quiero enfrentar a mis abusadores o me perjudicará más aún” (es importante esto) y “cómo quiero enfrentarlos”, y a desarrollar ideas sobre “qué quiero cambiar en mi vida” y “qué tengo que cambiar para vivir una vida más feliz y menos cargada con las secuelas del pasado”. Salir de la dolorosa soledad de las sobrevivientes con, por ejemplo, un trabajo en grupo y un proceso terapéutico como comienzo es romper el silencio y hablar sobre lo que pasó sin vergüenza, sin pena e incluso, más adelante, sin dolor. El hecho de incorporarse a un grupo de apoyo es muy importante, ya que las “manchas negras sin recuerdos” se llenan por fin en los intercambios con otras mujeres que han pasado por lo mismo. Apoya muchísimo esto.

La participación en un grupo de apoyo no sólo es trabajar un rompecabezas y encontrar las piezas y los lugares de cada una de ellas, es también el proceso de aliviar el dolor, reduciéndolo.

He leído con real interés todo lo que me cuentas. Disculpa mi tardanza en responder pero quería saber al menos algunas cuestiones de tu vida para poder echarte una mano.
Quiero que sepas que yo soy una superviviente como tú, que también pasó por abusos en la infancia. También preadolescencia y adolescencia (cada vez defendiéndome más y más por suerte).
Te cuento, desde el día que rompí el silencio desgarrador de mi “secreto impuesto”, mi vida tomó un rumbo diferente. Ha sido duro, durísimo. Ya sé que nunca seré la persona que podría haber sido pero ya da igual y eso es inmodificable…no más quejas ni mirar demasiado al pasado. Sólo lo justo para desentramar la situación y dar nombre AL DOLOR, EXPRESARLO, VERBALIZARLO….HABLAR DE ESE DOLOR QUE NO TE DEJA EN PAZ, QUE TE HACE SENTIR DISTINTA, TE HACE SENTIRME MAL, QUE NO TE DEJA SER FELIZ EN ALGUNA O ALGUNAS PARCELAS DE TU VIDA O EN TODAS. Luchar por desenmarañar estas cuestiones y luego seguir adelante con la frente muy en su sitio y el corazón repleto de ganas de vivir para ti y para tus seres queridos es maravilloso; la lucha y las lágrimas y el dolor tienen su recompensa. Deberías impedir que ese pasado te inmovilice. No lo permitas Amiga. Vive y lucha, lucha y vive. Busca ayuda profesional. Si quieres al principio individual y cuando estés más preparada grupal.
En mi caso particular a pesar de haberme equivocado muchísimo y, de este modo, revictimizarme por contar a personas inadecuadas, puedo decir que al día de hoy me siento más libre, más yo, más viva, menos traumatizada; no siento vergüenza ni culpa en absoluto; muchos síntomas desaparecieron tras un año de intensa terapia individual y, más adelante, en grupo y…necesito “algún recorte de puntas de vez en cuando con una psicóloga especializada”. Hace años que no la veo pero me da seguridad que “ande por ahí”.
Te diré Amiga, que tengo al día de hoy muy presente y muy, muy claro que yo era una niña inocente, desorientada, confusa y, que luego fui una preadolescente amenazada de muerte si hablaba y después una adolescente acosada pero muy, muy huidiza del agresor…ahí casi ya no podía conmigo. Pero decirte que desde que empecé a hablar sobre los abusos sexuales que sufrí cuando era muy pequeña (recuerdo sobre los 8 años cuando empezó), el hecho de relatarlos me hizo sentir más fuerte y me desahogó muchísimo. Me liberé. Empecé a respirar distinto. El mundo me dio la vuelta, mis valores se revolvieron, mis ilusiones se truncaban, lloraba, se me paralizaban las piernas y el cuerpo, vomitaba, me desdoblaba, sentí la muerte cerca, no salía de la cama (seis meses en mi habitación sin apenas comer), no entendía…me hundía, me levantaba y me acostaba, y me sentía otra persona, no entendía nada de nada…tuve que empezar un nuevo yo. Fue demasiado dolor y demasiadas situaciones que asumir, un aceptar sin negación y haciendo frente pasase lo que pasase. Una locura, horrible.
Pero, a pesar de lo que te estoy contando yo siempre te aconsejaría que hables pero siempre en el contexto adecuado y con las personas adecuadas. De no ser así puedes hacerte más daño. Yo he vivido esto de manera muy cruel y siempre lo aconsejo (luego cada cual que decida). Tenemos que cuidarnos pero jamás CAUSARNOS más dolor del ya sufrido. No somos masoquistas, somos luchadoras en busca de paz interior, de relax, de una vida más sana, más acorde, más armoniosa. Nos lo merecemos. Nunca dudes de esto: TE LO MERECES YA. Eres valiosa y podrás con todo lo que venga una vez comiences tu proceso. Cuanto antes mejor pero siempre al ritmo que tú te marques y quieras o puedas.
Te sigo contando: desde ese preciso momento que rompí el tabú del no hablar o de ocultar lo sucedido, me dije a mi misma que nunca nadie me volvería hacer callar y mantenerme en silencio por los abusos recibidos, ni que tampoco callaría ante cualquier tipo de maltrato (ni siquiera a un animal, delante de mí no!!!!, jamás!!!!). Está decisión me ha provocado incidentes, conflictos con personas que ni conozco pero me da igual. No callo, no soportaría volver a ese silencio impuesto viendo delante de mis narices malherir maltratando, destrozando y doliéndose personas sin culpa alguna (mujeres, niñas, niños, hombres, y como antes incluyendo a los animales). Ante cualquier ser vivo indefenso actúo. No tengo miedo. Y asumo los líos y consecuencias de mi actuar en defensa de quien sufra y no pueda o sepa defenderse.
Cuando hablé, en el contexto preciso y adecuado terapéutico, te diré que:
  • Rompí el silencio por mi niña que tanto sufrió y que tendrá recuerdos y algunas secuelas de por vida (he trabajado mucho por mi bienestar y me siento cada día mejor).
  • Rompí el silencio por mi querido padre que murió en parte cuando se enteró que mi abuelo materno, que vivía con nosotros nos violó y abuso durante unos 18 años a las 3 hijas. No llegó a saber de mi primeo hermano.
  • Rompí el silencio del tabú familiar para que no se repitiera más el patrón en mi familia y todos nos enriquecimos y aprendimos. Todo un proceso, no de un día al otro...pero echándole muchos ovarios voy viendo resultados positivos (también depende de cada familia y es necesario valorar si debes o no contar; si te perjudicará más hablarlo con ellos o no...cuenta siempre en principio con el contexto terapéutico. NO ESTAS SOLA.)
  • Rompí el silencio por aquellas personas que sufrieron o sufren abusos intentando hacer tomar conciencia del daño real que suponen los abusos (¿alguien que no los sufrió o que no lo vivió de cerca realmente lo sabe?. Creo que no).
  • Rompí el silencio por los niños/as del mundo violentados/as para que exista información sobre las consecuencias de los abusos sexuales y otros tipos a corto, medio y largo plazo.
  • Rompí el silencio de voces silenciadas para que pierdan el miedo y puedan sanar de su experiencia
Hay miles de formas de abusos y todo varía mucho según la personalidad de cada cual, del tiempo de abuso, del apoyo de familia o de amigos o no, del tipo de abuso, si hubo o no violencia, la persona que te abuso, de la vivencia personal del abuso, de la reacción de tus cercanos. Muchos factores influyen. Hay quien lo supera enseguida y otras/os tardan un año, o dos o más años. Te recalco Amiga ésto porque cada persona es un mundo y no podemos generalizar en estos temas. En tu caso, según veo, tu supervivencia ha sido demostrada y también es claro, según me cuentas, necesitas apoyo para rehacerte, conocer y reconocer lo que hiciste para sobrevivir y valorar tu fortaleza para seguir, también cambiar en lo que te hiciera falta para verte distinta, y comenzar a vivir sanamente. Te imagino como una persona positiva, luchadora, inteligente, capaz de salir adelante. Tienes puntos fuertes en tu forma de ser y ello es muy positivo; dice mucho, muchísimo de tu capacidad para salir adelante, de tu fortaleza.
  • Rompí el silencio para la aceptación de mí pasado, ser libre, recomponerme e intentar vivir con salud física y psíquica (aceptando lo ocurrido pero viviendo el día a día feliz, o medianamente feliz...hay días y días para todos y todas. Es normal y no pasa nada).
Como sabrás al menos una vez al mes aparece un caso de abuso en la infancia y en millones de casos nunca se atrevieron a contar, a romper el silencio. Yo me agarro a la “resiliencia” como aptitud para salir adelante gracias al aprendizaje de los abusos como evolución personal de la vida (por desgracia se aprende más de lo malo que nos pasa que de lo bueno)…pero crecemos como personas si comenzamos a desvelar, a luchar y damos ese primer paso para a sacar y sacar y sacar lo sucedido, buscar apoyo profesional y contar con algún o algunos amigos/familiares de confianza (tú debes decidir acerca de tus fuentes de apoyo) o de tu terapeuta. Ruptura del silencio para vivir con la palabra como forma de expresar sufrimiento y sanar, esto es en definitiva lo que pretendo hacerte llegar pero siempre en el contexto adecuado no revictimizante!. Y sin victimismos (es más sano y más provechoso para tu recuperación)…siempre buscando soluciones, expresando optimismo a pesar de las lágrimas que puedan caer (que hay que dejar que salgan, por supuesto), conversando con personas que pasaron por cosas parecidas o personas que te apoyan y comprenden, desahogando, aclarándote ideas, sucesos, conductas que no entendías y ahora encajas.
Amiga lo de menos es recordar o no detalles o si realmente sucedió (lo digo por experiencia y por muchos casos que conozco). Hay personas que nunca recuerdan, otras sólo algunos momentos, otras casi todo, pero no creas, NO es tan importante esto, insisto!!!.
Lo esclarecedor para ti y lo que podrá ayudarte más que mantenerte en la duda de esa impresión de haber sido violada por tu padre o no y que te provocará seguramente confusión y deseos de saber, es céntrate en los síntomas molestos que crees tener al día de hoy, centrarte en el malestar que sientes…explicarte el por qué de esas conductas, de esos pensamientos, de ese actuar, de ese dolor, de ese sentimiento… y, a partir de esta reflexión, análisis y comprensión propia (con ayuda siempre es más fácil, te lo aconsejo!!), luchar por recuperar las parcelas de tu vida que tú sientes o crees que no funcionan como debieran según tú propio criterio. Habrás desarrollado mucho de positivo también, no lo olvides!.
Busca y reconoce tus fortalezas, tus puntos fuertes. Reconoce tu valentía, tu entereza ante lo que sucedió y la posibilidad de cambio. Puedes si quieres Amiga. Quiérete y cuídate mucho, mucho, mucho. Vales oro. Créelo aunque tengas defectos como todos tenemos como humanos que somos. También virtudes.
Amiga, ojala que estas palabras que te envío te sirvan aunque sea para dar ese primer paso. Un libro fantástico que te ayudará mucho y que te aconsejo se llama “El coraje de sanar”. Este libro que fue publicado por primera vez en los EEUU en 1994 en inglés. En 2007, este libro se ha traducido a 11 idiomas y es para muchas sobrevivientes en todo el mundo como una Biblia. Las dos autoras, Laura Davis y Ellen Bass, han trabajado durante años con “supervivientes”, como ellas llaman a las mujeres que han vivido abuso sexual en su niñez. Nada de víctimas, olvida esa palabra!!!.

El mensaje más importante de este libro es que las secuelas psíquicas del abuso sexual sufrido en la niñez es posible sanarlas. El camino de curar o de sanar tiene sus pautas y fases muy concretas.


Cuenta conmigo, si tardo en contestar no te preocupes...sigo contigo y te respondo.
Un abrazo enorme de una superviviente como tú.
SUSANA B.

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